人類 Jinrui - Muzan Kibutsuji.

13

Al llegar a casa de nuevo, fui directamente caminando a mi habitación enojada

Muzan: ven acá- llamó mi atención

- No me digas que hacer, entra a la habitación- hablé enojada

Muzan: ¿Estás dándome órdenes?- me miró amenazante

Yo no le presté atención a sus estupidas miradas, me metí en mi habitación y recogí mi cabello a pesar de que estaba mojado

- Si tu eres un demonio ¿Por que no me has comido?- pregunté

Narradora

__________: si tu eres un demonio ¿por qué no me has comido?- preguntó ella sin rodeos

Aquella pregunta le tomó por sorpresa a Muzan ¿cómo se había enterado? Pensó que eso que había pasado allí afuera ella lo dejaría pasar pero al parecer simplemente se dió cuenta

__________: Un humano cualquiera no posee esa fuerza, no posee esa velocidad, no has envejecido, estás pálido todo el tiempo, tienes colmillos más grandes que los normales no soy tonta- hizo una pausa mientras Kibutsuji la miraba con seriedad- si se supone que mi sangre es especial ¿por qué simplemente no me has matado? ¿Acabas con mi sufrimiento de una vez?- dijo mirándolo

El solo se quedó ahí, el no tenía por qué darle explicaciones a ella, dentro de 2 años más ella sería su comida así que no tenía por qué preocuparse ni mucho menos darle explicaciones a una mocosa

__________: Has pasado todos estos años tratando de ocultarme de los demonios cuando tu eres uno ¿Que debo pensar? ¿Que me estás ocultando para que ningún otro demonio me coma? ¿Para comerme tu?- al decir esto, muzan la miró de reojo

Ella seguía sin tener idea que el era el amo de todos los demonios, pero el se lo iba a hacer saber después, le iba a hacer saber que a él nadie le habla de ese modo

__________: Muzan Kibutsuji déjame decirte algo, no te tengo miedo en lo absoluto, arrancarme la cabeza si eso quieres, bebe mi sangre hasta dejarme seca y después come mi cadáver, al menos acabarás con el maldito sufrimiento que me trajiste desde que tenía 5 años ¿Lo harás?- ella de paró frente a Kibutsuji mirándolo amenazante

Ya no era tan pequeña como antes, llegaba como mucho hasta el pecho de aquel hombre, a el le dió el olor de la sangre que brotaba de sus piernas y sus brazos por lo que se dió la vuelta para salir

Muzan: cura tus heridas- dijo sin más y deslizó la puerta para salir, luego la cerró y ella se quedó dentro de la habitación con miles de dudas. Sin saber que pasaba, sin saber que iba a hacer. Suponía que se iba a quedar ahí, pero ahora iba a salir más seguido a ver si la mataba un demonio de una vez y asi la fantasía de Muzan iba a acabarse, otro se la comería, no el