人類 Jinrui - Muzan Kibutsuji.

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Narra __________

Muzan y yo perdimos un poco el contacto luego de aquello que pasó hace un mes, dejaba la comida en la mesa y yo iba a buscarla, pues me enteré que solo yo como comida normal, quien sabe que hace el, tampoco es para preocuparme.

He decidido entrenar para poder cuidarme a mi misma e irme de aquí de una vez, así que todas las tardes salgo a entrenar con un anciano que conocí, el cual sabe artes marciales y me ha enseñado todo lo que sé pero los demonios no se pueden matar sin una Katana, aunque arrancarle la cabeza a uno será sencillo.

Iba camino a casa, era de noche como siempre que voy de camino a aquella habitación, a encerrarme y a dormir como habitualmente hacia.

Esa noche no podía dormir, muchas cosas pasaban por mi mente, pensaba en Muzan más que todo ¿Por qué? ¿Por qué ahora se adueñaba de mis pensamientos? No tenía idea, no tenía idea cuando había comenzado a pensar en ese demonio todas las noches antes de irme a dormir.

Había dos soluciones, estaba triste por que ya no hablaba con el, después de que me ignoró cuando estaba reclamandole mil cosas sobre que era un demonio y todo el tema, o me estaba comenzando a llamar la atención...o gustar pero era absurdo, ese hombre debe tener más de 200 años y yo tengo 16, está más claro decir que esto está mal.

En fin, ese hombre debía tener a más de 20 mujeres a sus pies y a mi me trata como una hija ¿por qué estaria pendiente de mi, de otra forma? Quizá solo soy su comida

- Quizá deba salir más y conocer a alguien joven, como yo- susurré para mi

Narradora

A pesar de que ella había susurrado eso, Muzan estaba en la puerta a punto de entrar por que creyó que ya estaba dormida pero la escuchó hablar y por supuesto, su sangre ardió, quería evitar a toda costa que ella saliese de casa pero, ella era demasiado terca y claramente iba a salirse.

No le puso mucha atención a eso que sentía, al escuchar los ronquidos de la chica, entró con mucho cuidado, encontrandosela dormida, ahí fue cuando pensó que no iba a dejar que nadie se la quitara, no podía dejarla tener vida social, ¿Para que? Si en dos años más ya no estaría sobre esta tierra, o eso pensaba eñ