Park Seonghwa, a sus 21 años, había decidido independizarse y salir de su ciudad natal, Jinju. Nunca le habían gustado demasiado las grandes ciudades pero sabía que si quería empezar su nueva vida debía hacerlo en Seoul.
El tren había parado en su destino y Seonghwa observó lo diferente que era Seoul de Jinju: Los grandes rascacielos, las avenidas llenas de gente... Todo era nuevo para él pero ya tendría tiempo de explorar la gran ciudad, ahora tenía algo más importante que hacer, encontrar el que sería su nuevo hogar.
Bajó del taxi que había cogido en la estación y miró hacia el edificio que tenía justo enfrente, su madre no le había dejado salir de casa sin tener previamente una habitación compartida y justo se encontraba enfrente de ésta.
Miró el número una vez más antes de llamar a la puerta y cuando esta fue abierta, entró sin muchos remordimientos. Se miró en el espejo mientras el ascensor le dejaba en la planta número 8 de aquél edificio, quería estar presentable para sus nuevos compañeros de piso, aún no sabía si sería más de uno por lo que aquella mañana se había maquillado incluso más de la cuenta.
Llamó a la puerta y fue recibido por una señora mayor, la casera supuso.
-Seonghwa ¿Verdad? -Este asintió y la mujer se apartó- Pasa por favor -Seonghwa hizo lo propio y se quitó los zapatos- Ven, te enseñaré la casa.
Seonghwa se dejó guiar por ella, era bastante más grande de lo que esperaba en un principio. La casa contaba con cuatro habitaciones aunque dos se usaban cómo despachos, dos baños, el comedor y la cocina. La casera le enseñó a Seonghwa su habitación y este la miró fascinado: Tenía ya la cama, la mesa de estudio montada y las numerosas cajas que había mandado su madre ya parecían haber llegado.
Tras algunas aclaraciones, la mujer se marchó y se dispuso a desempaquetar. Cuando iba alrededor de la cuarta caja, la puerta sonó y supuso que sería su compañero de casa así que se levantó para presentarse.
-Hola -Saludó Seonghwa al contrario que acababa de entrar. Sólo le había visto la espalda pero ya podía saber que era más bajito que él- Mi nombre es Park Seonghwa, es un gusto conocerte.
-Hongjoong -Musitó el contrario quitándose los zapatos y se encerró en una de las habitaciones, Seonghwa supuso que sería su cuarto.
Al esperar un rato, no le dio más importancia y siguió sacando cosas de las cajas. La casera le había mencionado que su compañero no solía pasar mucho tiempo en casa así que ya se había hecho a la idea de que no sería cercano al contrario.
Terminó de colocar todo en lo que era su nueva habitación y lanzó un suspiro al aire.
Había sido un 24 de octubre muy largo, por lo que descansó sus ojos y juraría haberse quedado dormido pero un ruido proveniente de la cocina sin duda lo había despertado y se levantó para ver que era.
Delante, su compañero, estaba sacando lo que parecía ser su cena del frigorífico. Entonces Seonghwa pudo verle mejor. Hongjoong tenía el pelo blanco y un pequeño corte en una de las cejas en forma de cruz para, supuso, parecer más intimidante. No veía en la cara del contrario rastros de maquillaje, lo cuál hizo recordar a Seonghwa que no se había quitado el suyo por lo que rápidamente salió disparado al baño.
Cuándo salió, ahora sin maquillaje, su compañero había desaparecido y parecía que se había encerrado de nuevo en la misma sala.
Entonces Seonghwa se dio cuenta de que había algo diferente en la cocina, en la mesa había un bol de kimchi frío con una pequeña nota que decía "Bienvenido a Seoul, Seonghwa hyung".
Seonghwa sonrió y calentó el kimchi que gustosamente iba a cenar, aún no conocía a su compañero y no habían compartido más que una palabra pero esperaba que pronto fueran amigos.
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Stay
Fanfiction-Quédate -fue todo lo que Seonghwa pidió. Y lo hizo. Historia original basada en Seongjoong.