Hongjoong había preparado una fiesta sorpresa a Seonghwa por su cumpleaños. No hablaban casi desde aquél día en el que casi... Quitó sus pensamientos de la cabeza, no podía centrarse en eso. Era el cumpleaños de su amigo después de todo. Había invitado a Wooyoung, el único amigo que Seonghwa tenía, y también había invitado a los suyos propios a los cuales el mayor aún no conocía. Sabía que podía ser un poco raro pero quería que sus amigos causaran una buena impresión.
Sus amigos fueron llegando poco a poco y escondiéndose en los lugares que les había asignado Hongjoong, porque hasta eso quería tener bajo control.
Cuando sus amigos le miraron raro, sabía en qué estaban pensando. Estaba muy nervioso pero no sabría decir por qué.
Seonghwa había terminado por fin su turno en el restaurante. Su amigo se había cogido el día libre por lo que ni si quiera le habían dado esa oportunidad a Seonghwa. Él en vez de trabajar hubiera preferido quedarse en casa, con Hongjoong, discutiendo sobre qué película iban a ver. Seonghwa a veces se asustaba de sus propios pensamientos, no sabía por qué quería estar con su pequeño compañero de piso, aunque una aterradora verdad empezaba a sonar de vez en cuando en su cabeza.
En la puerta de su casa encontró una nota que decía "Feliz cumpleaños, Seonghwa". El nombrado sonrió, no le hacía falta saber de quién era, ya conocía esa letra perfectamente. Ellos seguían comunicándose así pese a ya tener el número del otro y a pasar más tiempo juntos que antes. Entró en su casa suponiendo que Hongjoong se había ido, encendió las luces de su casa y entonces...
-¡Sorpresa! -Gritaron los 6 chicos allí reunidos. Seonghwa les miró asombrado. No conocía a la mayoría pero sus ojos se posaron en el más bajito de ellos que se acercaba a él para abrazarle
-Feliz cumpleaños Seonghwa -Hongjoong lo estaba abrazando pero el aún no sabía que decir, le miraba con un brillo especial en los ojos. El mismo brillo con el que le miraban a él.
Seonghwa finalmente conoció a los amigos de Hongjoong.
Song Mingi y Jeong Yunho, los más altos, eran los que conocían a su compañero desde hacía más tiempo pues se conocían desde que eran pequeños. Choi San, sin embargo, era un compañero del trabajo al igual que Jongho, solo que el último pensaba dejarlo en cuanto reuniera el dinero suficiente.
Allí también estaba Wooyoung, el cocinero del restaurante en el que trabajaba y también el único amigo que tenía. A parte, claro, de su compañero de piso.
Seonghwa se sentía muy feliz, hacía poco que conocía a los amigos de Hongjoong y ya sentía que los conocía de toda la vida.
Los dos compañeros se despidieron del resto cuando ya se estaba haciendo tarde. Seonghwa recogía todo y Hongjoong carraspeó para llamar su atención.
-Se me ha olvidado darte esto -Hongjoong sacó de su espalda un regalo. Seonghwa dejó los platos sucios en la pila y lo abrió.
-¿Me regalas esto? -Seonghwa rió. Era la bufanda que le había dejado al contrario en Navidad. Ya se había olvidado por completo de ella pero parecía que al fin volvía con su dueño.
-Bueno, no es el único regalo, en tu habitación hay otro -Seonghwa fue hacia allí mientras Hongjoong terminaba de limpiar. Cuando entró en su habitación descubrió que ahí estaba, encima de su cama, la colección completa de los muñecos que estaba coleccionando. No lo podía creer. Hongjoong incluso le había conseguido la edición especial del 15 de junio que era tan difícil de conseguir. En ese momento Seonghwa haría cualquier cosa por él. Incluso besarle
-¿Te ha gustado? -Preguntó nervioso Hongjoong que ya había terminado de recoger
-¿Gustarme? Es el mejor regalo del mundo -Seonghwa le abrazó pero al recordar su pensamiento impuro de hacía un par de minutos, se separó rápidamente y agachó la cabeza para que el contrario no notara lo rojas que estaban sus mejillas- Gracias
-Tengo otro regalo más -Jaló a Seonghwa del brazo antes de que se alejara. Le acercó a él y entonces ambos se pusieron muy rojos. El mayor no sabía que quería pero al ver la cara del contrario, supuso algo ¿Acaso no era el único con pensamientos impuros? Cerró los ojos casi deseándolo. Entonces Hongjoong puso algo en su mano y este abrió los ojos, sorprendido.
Su compañero de piso ya no estaba delante suyo y sólo quedaba una nota pegada en la palma de la mano de Seonghwa. La leyó.
La leyó otra vez y aún no sabía porqué su corazón palpitaba tan fuerte.
La leyó de nuevo, esta vez en voz alta.
-Te quiero
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Stay
Fanfiction-Quédate -fue todo lo que Seonghwa pidió. Y lo hizo. Historia original basada en Seongjoong.