Era el aniversario de boda de sus padres y Park Yeosang estaba nervioso por lo que pensarían de su regalo.
Se había pasado toda su vida escuchando una y otra vez cómo sus padres se habían enamorado en una pequeña casa que habían compartido los dos cuando eran jóvenes.
A él le daba asco pensar en sus padres abrazados y dándose besos tal y cómo hacían hoy en día. Simplemente asqueroso. Pese a ello había recolectado todas y cada una de las notas que sus padres se habían estado dejando a lo largo de los años. Todas eran exactamente igual, exactamente igual de empalagosas.
Pero eso realmente a Yeosang no le importaba tanto, sólo quería hacerles felices y sabía que eso lo haría. Había colocado todas y cada una de las notas que se habían dejado, desde aquél "Bienvenido a Seoul, Seonghwa hyung" hasta uno de aquella misma mañana que decía "tienes dentista ~S". Sus padres eran unos babosos y se dejaban notas de amor por la mínima tontería. En algunas de ellas había visto su propio nombre y eso, muy a su pesar, le hizo sonreír.
Todo empezó cuando a un pequeño Yeosang, de 5 años, se le había caído su primer diente y en vez de decírselo a sus padres, les había dejado una nota. A ellos y al hada de los dientes, por supuesto. Desde entonces el también se había unido a la extraña afición que tenían sus padres.
Cerró el marco con todas las notas de amor, no sin antes añadir una suya, a modo de título.
Sus padres acabaron tan maravillados que colgaron el cuadro de Yeosang en el salón, justo dónde pudieran verlo todas las visitas que venían.
Seonghwa y Hongjoong contemplaron el cuadro que su pequeño hijo les había hecho. Era justo cómo ellos, le gustaba el mismo sabor de helado, veía aún quejándose películas con sus padres y también dejaba notas. Cómo la del título del cuadro.
"Stay"
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Stay
Fanfiction-Quédate -fue todo lo que Seonghwa pidió. Y lo hizo. Historia original basada en Seongjoong.