Circuito 9

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Notas de la autora:

No estoy segura de que esté capítulo vaya a ser relevante o interesante, pero ahhh~

Disculpen si no lo es, tengo mil cosas que hacer y el trabajo no me deja, la falta de compu dónde escribir... En fin muchas cosas que me impiden ser tan constante como quisiera...

PD: De hecho el banner de hoy es editado en mi celular u.u no soy buena editando, perdón por eso también... Hago lo que puedo con lo poco que tengo~

C'mon~




C'mon~

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Esa mañana se despertó por un ligero toque en la mejilla, era un toque casi tímido pero insistente en despertarlo, arrugó el rostro antes de poder abrir los ojos y descubrir unos ojos grandes y almendrados observando atentamente sus reacciones.

—Buenos días, Jungkook…— Murmuró Taehyung dándole una sonrisa tan peculiar y brillante que el menor creyó estar soñando todavía.

—¿Cómo entraste?— Fue la primera pregunta que se le ocurrió hacer así de adormilado como estaba, era la más lógica también.

—Me diste tu contraseña ayer…— Susurró Taehyung con cierto toque de duda en su voz, Jungkook también dudaba que aquello fuera cierto, él no le daba la contraseña de su taller a nadie, ni siquiera su madre la sabía, aunque era más bien porque la mujer jamás se la había pedido. —En fin… te traje el desayuno… bueno, algo así— La voz de Taehyung se hizo casi pequeña en lo último y echó un vistazo sobre su hombro antes de volver a mirarlo casi afligido.

Jungkook decidió salir de la cama en ese momento, por la cara de Taehyung podía adivinar que algo iba mal y él tendría que estar más que medianamente despierto para ser de ayuda.

—Voy a lavarme la cara— Mencionó mientras se levantaba de la cama, Taehyung solo lo miró irse con la duda en el rostro pero sin atreverse a mencionar algo más que un asentimiento de que esperaría pacientemente.

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Cuando Jungkook terminó de lavarse y salió del baño todavía en pijama, Taehyung estaba regañando a Yeontan por subir a la cama de Jungkook sin ningún permiso y también sin señales de que el cachorro fuera a obedecer la orden de bajarse de la cama, justo en ese momento supo que sus mañanas iban a ser más ajetreadas si Taehyung decidía visitarlo cada día para “llevarle” el desayuno.

—V-Verás… planeaba prepararte un buen desayuno antes de despertarte, pero…— Taehyung paso su peso de un pie al otro y jugueteo un pequeño hilo que sobresalía de la manga de su suéter color vino.

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