"Jeon Jungkook esta acostumbrado a poner en categorías el mundo que lo rodea: "Robots y Humanos". Pero Taehyung no pertenece a ninguna de esas dos categorías, es el híbrido perfecto entre ambas razas.
Tan bello como un robot y tan torpe como un...
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°| Cyborg Love |°
Su "casa" era básicamente una amplia y abandonada fábrica de "algo", aclimatada como taller, había piezas en cajas en todos los rincones, una mesa de trabajo metálica en el centro y unos 10 carritos móviles con herramientas de todo tipo, una de las paredes estaba atestada de garrafas vacías de aceite y el piso estaba lleno de manchas viejas del mismo.
Su taller era monótono y sombrío pero útil, chasqueo los dedos y las luces se derramaron iluminado cada rincón del espacio, aquel taller era una pequeña herencia de su familia, sus padres lo habían dejado trabajar ahí tranquilo en sus cosas electrónicas sin darse cuenta de que Jungkook no volvería a salir de ese lugar lleno de grasa y polvo.
De hecho, tras una puerta había una pequeña bodega que había fusionado bien como una habitación para él, así que sí, pasaba la mayor parte de la semana en ese lugar, a base de ramen instantáneo, pizza a domicilio y café o leche con chocolate.
Y por supuesto, en la escuela contaba con una cafetería medianamente saludable en donde podía hacer al menos dos comidas al día, así que estaba bien por él y de alguna forma los pesares de su madre se aliviaban lo suficiente para dejarlo manejar su vida solo.
Sacó al robot de su auto y lo metió hasta la habitación, ya era tarde para iniciar cualquier arreglo así que se conformó con dejarlo en una esquina y echarse a la cama a descansar un rato.
El cansancio de todo el día no tardo en tomarlo por completo y hacerlo dormir casi de inmediato, aunque tenía las ansias de revisar su nueva adquisición tampoco era como si no pudiese esperar al otro día, al fin y al cabo no tendría escuela por ser fin de semana.
Esa noche tuvo la sensación de ser observado, soñó que lo llamaban a susurros inteligibles y cuando alguien le tomó de la muñeca despertó de golpe dando un manotazo a quién lo estuviera tocando.
Grande fue su sorpresa al ver a su nuevo robot tumbado frente a él, inmóvil pero en un sitio y posición distinta de la que lo había dejado por la noche. También notó que la única mano del robot estaba hecha un ligero gancho, demostrando que había sido quien lo había tocado, su corazón se aceleró y un escalofrío lo recorrió entero.
—No tienes batería... e-en teoría no deberías funcionar en nada... eso incluye el m-moverte— Le dijo al objeto tirado en el suelo, soltó un suspiro y se levantó de la cama, comprobó bien las puertas y ventanas de su taller antes de volver a la habitación y ver la hora.
Eran las 7 y un cuarto de la mañana, resignado se fue a cepillar los dientes y a lavarse la cara. Cuando volvió el robot seguía en su sitio, tan inmóvil como debía ser.
