𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 3

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Me escondí debajo de las sabanas y trate de no temblar, estaba atemorizada, deje de escuchar ruido y cuando pensé que todo había pasado y que se había largado dejando pasar el castigo, pasó, la matrona levantó la sábana donde estaba escondida, me levantó de allí a la fuerza y comenzó a darme con la correa en la mano izquierda, dejando graves marcas en esta, yo seguía y seguía llorando de miedo y dolor pero por otro lado estaba aliviada, al llegar al orfanato comencé a acostumbrarme a escribir con la izquierda, la cual la tenía llena de cardenales y cicatrices, por el único motivo de que estaba muy mal visto ser zurda, aunque yo no lo fuera, prefería mentir antes de que me hiriesen la derecha y no poder volver a escribir nunca más.
Agache la cabeza, yo lo único que quería era largarme de allí, ansiaba salir de aquel infierno, pero mi sinceridad provocó que el plan saliera mal - ¡Shirley! Deja de llorar o te daré verdaderas razones para hacerlo- trate de obedecer, pero estaba sufriendo demasiado y aunque tratase de evitarlo las lágrimas salían y salían de mis ojos empapándome el rostro - ¿así que sigues sin obedecer eh? – la matrona me agarró la cara y me obligó a mirarla fijamente a los ojos, acto seguido me escupió en la faz y me sacó de la cama a rastras, en ese momento soltó la cara para agarrarme una de mis trenzas pelirrojas, por el camino vi como una compañera me ponía un papel en la espalda, no sabía lo que ponía pero nada bueno debía ser, cuando vi que nos dirigíamos a las cocinas mi temor sobre lo que me pasaría aumentaba por momentos, la matrona abrió la puerta y con la mano que tenía libre agarró mi mano izquierda y la metió en el agua hirviendo comencé a gritar y gritar, hasta que una bofetada de la matrona detuvo los gritos -no grites huérfana, esto ha sido para que aprendas la lección y ni se te ocurra ir a que te curen esa herida- acto seguido me soltó la mano y la saqué de aquella olla y salí corriendo al patio del orfanato -mirad quien está aquí chicas, la niñata pelirroja, veo que te han castigado- se agachó y agarró mi trenza de forma similar a como me la había agarrado la matrona, en ese momento recordé al señor y la señora Hammond, era un infierno vivir con ellos pero por lo menos no sufría acoso por parte de los niños, aunque los señores eran malos y me golpeaban de la misma forma que en el orfanato -espero que no vuelvas a molestarnos con tus cuentos Shirley- me soltó y se largaron, me largue al dormitorio, cogí el libro de Jane Eyre y me escondí debajo de la cama, acto seguido llego la matrona, pensé que no me había visto, pero al verla agacharse vi como me arrebataba el libro de las manos -debiste querer mucho este libro para robarlo ¿verdad? – yo asentí con la cabeza -bien lo vas a tener pero- cuando miré hacía arriba vi a la matrona arrancando las páginas que me quedaban del libro, luego lo tiró al suelo cerca de mí, lo cogí y lo abracé, y me largue de aquella habitación -oh... hermosa princesa Cordelia, llevas un hermoso vestido color rosa silvestre, te queda exquisito querida- decía con los ojos cerrados -te tienen cautiva en tu castillo de blancas nubes- seguía y seguía, llegue hasta un sótano muy abajo del orfanato, me senté en una esquina esperando que nadie me viera, pero no fue así, aquella horrible niña, me agarro la trenza de la misma forma que lo había hecho horas antes en el jardín y me lamió la cara provocándome arcadas -¿no quieres darme un besito de esos de tus estúpidas historias?- negué con la cabeza y me arrancó el libro de las manos provocando que la quemadura me doliera cantidad, se levantó y tiró el libro en un caldero con un líquido muy extraño, me fui corriendo, y logré coger otro libro de la habitación de la matrona, me arriesgaba mucho pero no podía estar sin leer y había perdido mi preciado libro de Jane Eyre, por lo que no me quedaba otra -manual de incendios del orfanato de Nueva Escocia- leí en voz alta, me serviría, y volví corriendo al dormitorio a esconder el libro en el mismo sitio en el que escondía el otro esperando que mi destino cambiara pronto.

Anne with an E ~ De una pesadilla a un sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora