Capítulo 7

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—¡Fue increíble-dattebayo!

Shina clavó sus verdes ojos en el suelo, observando fijó sus pies envueltos en las sandalias marrones que Naruto le había prestado. Tanto él, como los originales miembros del equipo siete, caminaban en dirección al mercado shinobi.
Habían terminado de entrenar a las cuatro de la tarde, fue rápido dado que Kakashi-sama les dio hasta el atardecer. Pero, inevitablemente, luego de que la lucha fue contra el ninja copia y no su persona, supo medirse. Solo que no lo suficiente. Ahora, tanto Naruto y Sakura-san no dejaban de cuestionar su entrenamiento. Incluso preguntaron sobre su maestro.

Entonces el mintió, de nuevo y odiaba mentir.

'Si supieran quien era realmente...Se volverían locos'

—Lo fue, si.— asintió Sakura cuando él decide por mirar al dúo.

Ellos llamaban mucho la atención, notó después. La gente los miraba y en especial, alternaban la mirada entre Naruto y él, ocasionando que se sonrojara violentamente, tenían el descaro de señalarlos sin vergüenza y varios, comenzaban a cuchichear. Su frente se arrugó en disgusto, mientras dejaba fluir su rencor hacia la población.

Él no odiaba abiertamente, él incluso, si debía dar la vida por su pueblo, lo haría con los ojos cerrados. Tal como se esperaba.

Pero era imposible borrar de su mente las historias, todo lo que leyó y absorbió como una esponja. Shina no quiso, pero indagó al fondo, solo por su malsana curiosidad. Lo que encontró le molestaba hasta el día de hoy, aún cuando hayan pasado tres años desde ese incidente.
Recordó, las noches en vela, los libros con aroma a viejo y palabras gastadas y simplemente unió los hechos.

Él no odiaba, pero si debía culpar a alguien de que la gente que componía Konoha, odiara a Naruto, seria sin dudas al infeliz de Hiruzen Sarutobi. Sus manos, inconscientemente se forman en puños y observa al frente, su mente lejos de allí como para prestar absoluta atención al camino.

Hiruzen Sarutobi era el culpable. No le debía respeto ni admiración, no le debía nada.

Nadie supo por qué renunció a su puesto de Hokage en su primer mandato y todavía aún en su futuro, era ampliamente debatido. Cuando leyó "Hiruzen Sarutobi: dos veces un Hokage", había firmado un tratado de paz con Iwa para acabar la guerra y sólo una persona se había opuesto. Claro está, no fue otro que el principal causante de la masacre Uchiha, Shimura Danzo. La persona que estuvo siempre al opuesto del segundo, incluso en la Primera Guerra. Fueron rivales. 

Le permitió crear RAÍZ, ignorando los secuestros que su organización retorcida tomaba como "reclutamiento". No era más que mierda. De ese punto, lo llevó al otro.

Orochimaru.

Shinachiku apretó sus labios en una fina línea cuando la risa divertida y casi tímida de Naruto le llamó la atención. Sin embargo, se mantuvo al margen en lo que sus recuerdos forman la cita textual del seguimiento del equipo Hiruzen, en la biblioteca "Hokage".

'Genio con talento, conocimiento y determinación, un prodigio encontrado una vez en una generación...No podía esperar a que creciera y fuera un orgulloso shinobi'

Pero el Sannin de las serpientes, solo fue otra desviación de Sarutobi. Él supo que durante mucho tiempo que había estado haciendo experimentos en busca del deseo egoísta de la inmortalidad y fusionar el ADN de Senjū Hashirama con niños. Robo de los brazos de sus padres a sesenta niños inocentes, después de la ceremonia de Yondaime-sama.

Él pudo haberlo detenido.

Pero no hizo nada.

Si Orochimaru hubiera sido descubierto, la culpa hubiera recaído en el Cuarto Hokage. Era la fachada perfecta para mantenerse lejos del fuego. Según los viejos documentos obtenidos luego de la disolución de RAÍZ, Sarutobi Hiruzen había pillado a Orochimaru con "las manos en la masa", lejos de los libros puestos al público de que fue atrapado in fraganti.

Back to the Future  (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora