Capítulo 10

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Temari suspiró, su ceño frunciendose mientras coloca una mano en su estómago y lo frota. Lo que al inicio pensó que era hambre por no haber desayunado algo sólido y marchar sin más lejos de Konoha, le estaba pasando factura, no obstante, para ella era extraño que no se sintiera como...hambre en sí.

Era un tipo muy diferente de malestar.

Le generaba un hueco en la boca del estómago, escalofríos a lo largo de su cuerpo y la obligaba a pensar demasiado en malos presagios. Podría ser el estrés, acumulándose en su pecho y oprimiendo su corazón sin piedad, casi dejándola sin aire. No. Algo andaba mal...Y mientras más avanzaba, peor comenzaba a sentirse.

"La taza rota...significa..."

Sus sentidos vibraban ante un posible ataque y rápidamente dirige su mano hacía el enorme abanico que estaba posicionado en su espalda, bajo los niveles de chakra, esperando. Y sus labios se apretaron cuando esas firmas estuvieron más cerca. Su mano quedó suspendida, tensa.

—¡Temari-san!

Cuando la voz suena conocida para ella, Temari baja su mano y cruza sus brazos, mientras los Konoha-nin aterrizan delante suyo. Asintió en forma de saludo.—Hatake-san, Haruno, Uzumaki...A ti no te conozco. —dijo, ladeando su rostro ante el extraño adolescente rubio a un lado de Naruto.
—¿Ustedes van a alguna misión?

Antes de que Kakashi, Sakura o ese niño se dignara a responder, Naruto avanzó un paso y su rostro oscurecido por la ira, enmudece a la rubia kunoichi del desierto.
—¡Se lo llevaron! ¡Akatsuki tiene a Gaara!

El corazón de Temari se detuvo y su respiración se cortó. —¿Qué?—apenas dijo.

—Te informaremos en el camino.—intervino Kakashi, Temari lo observó con ojos sobresaltados.—Es mejor llegar a Suna lo antes posible, no hay tiempo que perder.

Temari respiro hondo y no necesito que dijeran nada más, salto hacia las copas de los árboles junto al cuarteto de ninjas de la hoja sin dudarlo.

—¡Naruto!—el grito de Sakura rompió el silencio que envolvía al grupo. El compañero escandaloso era una mancha naranja y rubio por delante de ellos, estaba decidido a continuar con su marcha veloz.
—¡Necesitamos permanecer como una unidad!

El resoplido de Naruto se escuchó a pesar de todo el movimiento.
¡Pero Gaara...!

—Ero-sennin dijo que no perdieras la calma ¿Recuerdas?—dijo por primera vez en todo el camino, el muchacho Chūnin que Temari no encontraba conocido.—Llegaremos a Suna lo más rápido que podamos.

Temari estudio al niño, abriéndose paso por el lado izquierdo de Kakashi.—Nos llevará un día y medio llegar. Pero si Gaara fue tomado por Akatsuki, sin dudas Kankuro...Los persiguió. —susurro. Ella hizo una mueca.

La noche los envolvía y era un tipo de oscuridad absorbente que quitaba el aire. Naruto continuo delante de la formación, a pesar de los regaños de su mejor amiga, sin embargo, Kakashi y ese niño desconocido permanecieron lado a lado sin objetar. Uzumaki estaba furioso, sus iris cambiaban de tonalidad cada pocos minutos, de rojo a sus azules normales lo que daba cierta sensación de peligro. El silencio entre ellos persistió.

Los árboles aún no disminuían, lo que les daba una idea de cuanto tenían que recorrer aún para que el bosque comenzará a mitigar y llegarán a la frontera.  

—Nosotros...La gente como Gaara y yo...—Naruto comenzó, con voz distante y firme.
—Bestias de cola. No pedimos serlo y ahora viene esos Akatsuki a querer arrancarnos los demonios de adentro.

Temari parpadeo. Cierto

Uzumaki también era un Jinchuriki.

—Gaara es la última persona que necesita lidiar con esta...porquería. —su voz, sonó decidida. La voluntad de fuego ardía en cada palabra.—No importa cuanto cueste, no estoy dispuesto a dejar que este solo en esto.

Back to the Future  (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora