Haikyuu!! en Hogwarts

Licántropo

Unos labios recorrían mi piel de manera desesperada, como si tuviesen la necesidad de sentir cada milímetro mi piel con los labios.

Tenía las manos atadas y me era imposible poder moverse libremente.

-¿Por qué tan agresivo, Mad Dog?

Me había despertado tranquilamente esa fría mañana de abril, hice mi rutina de la mañana y al salir de la ducha me di cuenta de que la cama de mi compañero, Kyoutani, no había sido deshecha.

Sin perder mucho la calma me dirigí hacia el Gran Comedor, donde desayuné con tranquilidad antes de dirigirme a la enfermería. Y allí estaba él, tumbado en la cama mirando la pared.

-¿Qué tal la noche?

Su mirada agresiva penetro en mi persona, Kyoutani, siempre tenía esa mirada amenazadora al principio, pero en mí ya no tenía ningún efecto. Me acerque con lentitud a la cama, alargue la mano y mis dedos rozaron su brazo lleno de cicatrices, continúe subiendo hasta llegar a su rostro, donde muy cerca del ojo tenía una nueva herida.

-No te preocupes, estoy bien Yahaba- Murmuro.

Yo levanté una ceja.

-Por favor no me mientas...

-No es nada, te lo juro- dicho esto me dio la espalada y salio de la cama.

Bufé por lo bajo, me di la vuelta para salir de allí, pero sus brazos atraparon mi cintura y allí pegado a mi cuello dijo.

-En serio, Yahaba, estoy bien, te atraparé en clase- Me dio un pequeño mordisco en el cuello y me dejo libre.

Por una milésima de segundo, cuando me agarro de la cintura me sentí amenazado. Rápidamente aparte ese pensamiento de mi cabeza y me fui a clase. Kyoutani llego a segunda hora, como siempre parecía que todo el mundo le molestaba, esa era la clase de herbología y esta vez teníamos que ir a ver las plantas que crecían por los alrededores y por las partes permitidas del bosque.

Yo ya había acabado mi parte del trabajo, así que me senté a la sombra de un árbol, poco después llego Kyoutani,que sin preguntar nada se acurrucó en mi falda.

-¿Cómodo?- Pregunte después de un raro de silencio, mientras repasaba mis apuntes.

El rubio simplemente asintió. Continuamos en esa posición un rato más, hasta que empecé a acariciar su pelo. Note como poco a poco se iba relajando. Kyoutani era alguien que no hablaba mucho, pero yo sabia perfectamente como tratarlo, había aprendido como llevarlo, aunque a veces me sorprendían algunas de sus reacciones.

Ya había acabado la hora de herbología, pero teníamos hora de estudio y como ambos estábamos cómodos así, no me moleste en moverme.

En un momento de confianza sacado de la nada y pensado que mi pareja estaba dormida, me atreví a besar con ternura sus labios.

El rubio abrió los ojos ante el contacto con mis labios y se enderezó de inmediato, yo sin querer retrocedí. Al darse cuenta de que era yo, me miro, y como si fuese su presa se acercó a mí, con una increíble facilidad me subió encima de sus rodillas y con pasión y necesidad empezamos a besarnos.

Cuando llevábamos un par de minutillos compartiendo pasión, un libro impacto contra la cabeza de mi pareja, el cual miro con mala cara detrás de él.

-Mad Dog, deja a nuestro Yahaba vivo, lo necesitamos para el partido de este fin de semana- Hablo la voz de Oikawa.

Mientras que Iwaizumi tenía la mano extendida, él había sido quien había lanzado el libro.

El rubio miro con mala cara a ambos, yo intenté bajarme de sus rodillas, pero me cogió de la cintura y apoyo su cabeza en mi hombro y fue en ese momento que lo note, estaba duro. Con una sonrisa malvada me moví, a propósito haciendo contacto. Él me miro con ojos lujuriosos y gruñó.

Saliendo de su agarre me levanté y le tendí mi mano.

-¿Vamos? Me he dejado una cosa en la habitación- expliqué.

Yo había visto a Mad Dog con síntomas de Licantropía, cuando llegaba su luna se ponía mucho más agresivo, pero esta vez era un agresivo diferente. Casi me arrastro por todo el castillo hasta llegar a nuestra habitación, donde entro, cerro la puerta tras de mí y sin perder ni un segundo me acorraló en la puerta donde empezó a besarme como si no hubiese un mañana.

Segundos después me encontraba en desnudo ante la salvaje mirada de mi pareja, de la nada saco una cuerda.

-¿Puedo?-

Yo asentí y le di mis manos, las cuales ato, para después empezar a besarme con insistencia, me estiro en la cama y la cuerda se ató ella sola en el cabezal de la cama, sus labios recorrían mi piel de manera desesperada, como si tuviesen la necesidad de sentir cada milímetro mu piel con los labios.

Tenía las manos atadas y me era imposible poder moverme libremente.

-¿Por qué tan agresivo, Mad Dog?

Él apartó sus labios de mi y con los ojos llenos de lujuria me dijo,

-Hace más o menos una semana, cada vez que te veo tengo ganas de hacerlo, es una locura, me excito con cada roce de tu piel con la mía, esta mañana por poco me lanzo encima de ti...-

Lo miré sin entender, hasta que unas palabras pasaron por mi cabeza "Hay algunos hombres lobo que padecen de celos, no es común pero puede pasar" dijo el Profesor Yamiji mientras me miraba, hora todo tenía sentido.