Capítulo 4.

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Michael.

-¿Ya estás listo? ¡Salimos en menos de cinco minutos!-me apresuró Luke tocando de manera desesperante la puerta. Revolví mi cabello por última vez mientras observaba mi reflejo en el espejo-eso rimó-y abrí la puerta. 

-Ya estoy listo, Luke-le contesté una vez que la puerta estaba abierta y me encontraba frente a la jirafa de Luke.

-Creí que no saldrías nunca. Juraba que estabas con tu mano-comentó Luke mirándome.

-Bueno...-miré a mi mano-necesitaba tiempo solo...-murmuré de una manera que hacía sospechar que me había masturbado, aunque sabía perfectamente que no lo había hecho. Luke se echó a reír a carcajadas y segundos después también me le uní. Su risa era demasiado extraña y me contagiaba reírme no sé por qué.

-¿Ustedes de qué se ríen?-preguntó Ashton quien caminaba por los pasillos y al oír nuestras escandalosas risas se detuvo frente a nosotros.

-Nada-contestamos Luke y yo al unísono parando de reír.

-Vamos, no tardamos mucho en salir al escenario, chicos-nos apresuró Calum que quién sabe de dónde había salido o cuándo había aparecido.

Todos asentimos, y comenzaron a escucharse gritos de fans que nos llamaban; se sentía bien abrir los conciertos de One Direction y que ellos nos estuviesen ayudando a compartir nuestra música. Este era el último concierto que abriríamos como teloneros de ellos en el Where We Are Tour. Y estábamos vestidos como tortugas.

Gracioso, lo sé.

Estamos locos, lo sé.

Después de apróximadamente un minuto salimos y comenzamos a tocar, gritos de fans se oían, incluso cantaban las canciones. Una sonrisa se dibujó en mi rostro instantáneamente, esto era lo que yo necesitaba. Esto es lo mío. No estar en una universidad estudiando, como los padres de _______ querían que hiciera para poder relacionarme con ella. Eso no era lo mío. Lo mío es la música; desde niño la guitarra ha sido mi pasión. Quererme arrancar esta pasión sería como quitarle su pintura a un pintor. Y definitivamente, no estaba dispuesto a dejar lo que más amo.

Debo admitir que la multitud gritando nuestros nombres me hacía sentir tan bien, tan feliz. Pero aún había un vacío. Aún sentía ese vacío. El mismo vacío que no puedo llenar con nada. _______ lo había llenado. Y ella era la única que podía llenarlo. Su corazón había sanado el mío, me había reparado, me había dado vida.

De pronto salí de mi pequeño gran mar de pensamientos, estábamos terminando de tocar la última canción, finalizamos y volvimos a camerinos.

Al entrar una canción comenzó a sonar, era el celular de Calum ¿Cómo no reconocerla? Habíamos sido amigos por mucho tiempo y todavía tenía el mismo tono de llamada, alguien le estaba llamando. él lo tomó y al ver quién le llamaba casi grita de la emoción.

Les apuesto lo que quieran a que es Dominic.

Calum contestó al instante.

-¡Amor! ¿Cómo has estado?

Se los dije.

-¡Dominic!-gritamos todos al unísono, Calum la puso en alta voz y escuchamos la risa de la pequeña feto.

-¡También los extrañaba!-exclamó. Juro que su vocecita no ha cambiado, sigue siendo igual que la de hace unos años.

-¡Yo te extrañé más!-espetó Calum.

-No, yo más-replicó Dominic.

-Ya van a empezar a derrochar miel-murmuró Ashton.

-Silencio, señor yo te amo más, Isabella-le dijo Luke haciendo una pésima imitación de su voz.

Regrets. |Michael Clifford|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora