Capítulo 1 👑

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Su único amor se llamaba Kudo Shinichi, pero aquella noche sus sentimientos vacilaron.

—Estoy interesado en tí, princesa Ran. —le dijo la voz del joven frente a su balcón.

Sus cuestiones mentales se centraban en saber dónde estaban los guardias en ese entonces, pronto la alerta se apoderó de ella.

—¿Qué quiere? —interrogó a la defensiva.

—¿Yo? ¡El gran ladrón Kaito Kid está en tu balcón  cortejandote, princesa!

Un grito de sorpresa se ahogó. Había escuchado sobre él, pero nunca había visto en persona. Un criminal que robaba las joyas más famosas del reino de Beika, un problema ajeno a su enorme vida de comodidades con dieciciete años.

La noche estrellada prohibió contemplar su joven rostro, sus  ojos cielo brillaban suavemente.

Una voz similar, una figura conocida ¿Kudo Shinichi?

—Voy a robar tu corazón una noche de estas, señorita. —dijo sonriendo, para saltar de su balcón enseguida y perderse volando entre la oscuridad dejando agitada a la princesa.

Jamás. Él no tenía esa personalidad.

No durmió aquella noche.

Mientras cabezeaba en el agitado carruaje, su futuro marido la despertó.

—¿Ran? —dijo Shinichi. —¿Te encuentras bien?

—Ah, Shinichi... ¡Claro que sí! ¡Estoy bien! —aseguró, aún sabiendo ambos que mentía.

—Pronto llegaremos. Mi primo, espero que te lleves bien con él. Es un poco... Excéntrico.

—¡Seguramente sí, Shinichi! ¡No hay de que preocuparse!

Shinichi y Ran se conocían desde niños, así que su compromiso no fue problema para ellos.

Ahora mismo, se dirigían a conocer un familiar de la familia Kudo, un chico parecido a Shinichi.

Cuando estuvo frente al joven, Ran quedó pasmada.

<< ¿Eres Kaito Kid, Kuroba? >>

Se preguntó de inmediato al verlo por primera vez. Exactamente igual a Shinichi solo que despeinado y menos maduro.

Pero su voz, sutilmente elegante y pícara, le recordaba al ladrón que la había visitado la noche anterior.

Para decepción de todos, Ran descartó la idea momentos después.

Su relación con Shinichi comenzó a caer días después.

Paseaban juntos cuando Ran, emocionada, intento probar que la quería, así podría olvidar al cautivante joven que ahora se presentará en el medio de los dos.

Lo tomo de pronto de la mano e intento besarlo, pero no lo logró, Shinichi esquivo sin saber él mismo la razón de hacerlo.

Ran frunció el ceño decepcionada, saliendo corriendo tan pronto como pudo.

El ladrón de la princesa. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora