Hacía años, una ocasión en la corta vida de la princesa, conoció al pequeño Kaito, al que ya ni recordaba.
Pero el ladrón tenía aquel fuerte y pequeño recuerdo guardado en su corazón, dónde se enamoro de Ran.
El chiquillo vagaba perdido por los jardines del castillo después de asistir a una ceremonia de despedida hecha por la familia real para su fallecido padre.
—¿Estás perdido? —la voz educada de una niña salió de algún lugar.
Cuando se giró, se encontró con una de las sonrisas más hermosas que había mirando en su corta vida, amable y dulce. Tanto que por unos momentos, alegro su dolido corazón por la partida de su padre.
—¿Puedo ayudarte?
Ella estaba sola, con un vestido rosa y una coronilla de la cual Kaito no sabía su significado.
Antes de poder hablar, unas voces gritando se escucharon a los lejos: "¡Princesa Ran! ¿Dónde se encuentra, Princesa?" Decían.
Al escucharlos, la niña castaña tembló y su semblante cambio.
—¡Ven! —lo tomó de la mano rápidamente. —¡Vamos a jugar!
Y así fue, se la pasaron toda la tarde jugando hasta que el padre de la chica fue a buscarla. El hombre, que olía a cigarrillos, la llamo con amabilidady sin decir nada más que un adiós se fueron.
Cuando se reunió de nuevo con su madre, lo regaño. De regreso a su hogar, Kaito le contó su pequeña aventura.
—¡¿Estuviste jugando con la princesa Ran?! —exclamó confundida. —Kaito... —dijo más tranquila. —Pudiste tener problemas. No puedo creer que incluso el rey no te regañara.
<<¿Ran? ¿Su nombre es Ran? >>
Fue lo único que escucho.A partir de ahí, solo una mujer fue el motivo de sus suspiros.
La princesa Ran Mouri.
Cuando se convirtió en ladrón para seguir el pasado de su padre, encontró la oportunidad perfecta para verla sin causar problemas.
Estaba dispuesto a robar su corazón.
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El ladrón de la princesa.
Fiksi Penggemar🌹AU. La princesa Mouri comprometida con un inteligente noble, comienza a recibir visitas nocturnas de un singular admirador, ni más ni menos que el ladrón más perseguido y famoso de Beika. Su corazón divido deberá elegir un único destino. ¿Cuál ser...