Exhibicionistas

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No fue la primera vez que era escoltado hacia aquel lugar, el despacho del superintendente, hasta se podría decir que sabía el camino de memoria. Volkov era quien se encargaba de llevarlo hasta aquel lugar y quién había sido arrestado por encontrarlo conduciendo sobrepasando el límite además de haber robado el auto. 

Hace no más de unos meses que habían llegado a esa nueva ciudad y se vivían los problemas, pero bien que les gustaban, sobre todo a Gustabo.

Una vez del lugar se podría notar el humor que cargaba Conway al verle la cara, esta desprendía ira de verlo tantas veces seguidas metiéndose en problemas por toda la ciudad, y también cubriendo con los alumnos novatos.  El menor caminó hacia una de las sillas del escritorio sentándose tan tranquilamente. Mientras que Volkov se retiraba.

- Parece que no está de buen humor, abuelo.- Decía con una sonrisa burlona Gustabo. - Si quiere puedo ayudarlo a que se le pase, ya sabe cómo.- Volvió a hablar pero de manera coqueta.

El intendente sin más, lentamente fue a buscarlo sujetándolo por uno de los brazos y haciendo que  se ponga de pie. Se dirigió a su asiento sentándolo sobre su regazo. Gustabo pudo sentir algo duro rozándole allí abajo apenas hubo contacto, eso hizo que grabara un escalosfrío por todo el cuerpo.

- Vamos, anormal. Quítame el mal humor que llevo encima.- Decía desafiante el super poniendo sus manos sobre su pequeña cadera buscando más movimiento entre sus partes íntimas.

- Ngh, e-espere .. la r-ropa ..- 

-Sí, muñeca .. ¿que hay con eso? - Cuestionó el más grande continuando con los movimientos que siguen placer haciendo que el pequeño comience a gemir de manera frecuente.

- Q-que no puedo .. ahh ~ .. q-quitarla, sigo esposado .. ah ~ .- Apenas puede contener el placer que tuvo, hizo ya tiempo que no intimaban de esta forma.

- No te preocupes, yo me ocupo.- Cuando terminó de decir eso, rasgó la prenda superior que traía puesta dejando expuesto el pecho del chico, haciendo ver los pezones pequeños duros y rosados ​​que parecían tan apetecibles. 

- ¿Q-qué haces .. ah ~ ..Jack ?, he p-pagado por eso y n-no fue .. ahh ~ ..- No dejó que terminará la oración ya que no pudo resistirse y comenzó a chuparlos y morderlos , dejaron marcas indicando que era de propiedad como tantas veces había dicho. Luego lo comentó sobre besar de forma pasional, pasando el idioma por toda su cavidad, deleitándose con el sabor a cereza que se cargaba el castaño. Gustabo no soportaba la gran ola de placer que experimentaba, en cualquier momento iba a explotar. Se nota cómo Conway si lo escucha sobrio y el guión para el sacramento de los inferiores restantes y separándose de él.

- Pero mírate, estás hecho un desastre. Desnudo, despeinado y sonrojado, con las piernas flexionadas intentando cubrirte tu pequeño cuerpo,cuando ya lo he visto unas miles de veces en peores condiciones, con los pezones inchados al igual que tu boca, ambos rojos y con mi saliva encima. Simplemente una preciosa obra de arte. 

Sin más, se desabrochó el cinturón junto con los pantalones mostrando lo que grande tenía el miembro, él también tenía necesidades que atender. Le indicó que se sentara sobre el escritorio sujetándose de él para no caer, mientras que Conway agarró ambas masculinidades que ya se encontraban cubiertas por un poco de líquido pre-seminal y comenzó una lenta masturbación, colocando el pulgar en las puntas del glande junto con parte de la palma, firmando un ritmo de vaivén, hacia arriba y abajo, tocando las puntas, juntándolas haciendo que se untaran con más de aquel líquido. Con la otra mano fue posible el sujetaba de la correa atrayéndolo aún más.

Luego de un rato, Gustabo se dió el gusto de marcar la espalda de su amante al verse tan cercano al orgasmo. Minutos después terminó corriéndose.

Horny Time // IntendenteplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora