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El amor de tu vida (Virgo x Sagitario x Acuario)

El amor de tu vida - Parte Única

Virgo Hombre, Sagitario Mujer y Acuario Hombre

Entré al bar. Probablemente era la primera vez en mi vida que venía a un bar de estos, donde la mayoría de la gente viene solo a beber, solitarios, marginados y alcohólicos tristes. Y aquí estaba yo, la chica que hasta ayer creía que era enérgica, poderosa, inteligente y con una capacidad de ver las cosas desde un punto positivo que causaba envidia. Resulta que, no soy esa Sagitario, no ahora al menos. Mis ganas de viajar, de conocer el mundo y a la vez comerlo entero, se fueron en un segundo. ¿Interesante, verdad?

Me acerqué a la barra, un poco tímida, lo admito. No sabía cómo iba a terminar esta noche, pero tampoco sabía si quería preocuparme por eso. Me senté en un taburete alto y apoyé mis codos en la barra de madera. Respiré hondo, ¿qué se bebía en estos lugares? Mire a mi alrededor, había un hombre sentado al otro extremo de la barra, tenía sostenida con su mano una jarra medio vacía de cerveza y su cabeza apoyada en la barra, bien, no quiero tener ese aspecto.

—Hola guapa, ¿qué te sirvo?

Levanté la mirada justo a tiempo para ver a un chico, de más o menos mi edad, con cabello negro, ojos oscuros y tatuajes por todos lados. Me aleje un poco de la barra, abrí la boca para responder, pero no salió sonido.

—Vale, ignorare esa reacción y pasaré a repetir mi pregunta, ¿qué te sirvo? —preguntó, intentando verse amable.

Pero joder, era la primera vez que veía a alguien con tatuajes por todo su cuerpo, incluido su cuello y rostro, tenía un tatuaje arriba de su ceja, que lucia como unas letras y para ser honesta, es la primera vez que un chico con un aspecto tan rebelde, me atrae. Suspiré.

—¿Cerveza? —hablé.

Admito que se me dificulto responder, me había quedado mirando el tatuaje en arriba de su ceja. Definitivamente era la primera vez que alguien lleno de tatuajes me cautivaba, incluso no podía dejar de mirarlo mientras me servía la cerveza que le pedí. Y era guapo, no guapo estilo príncipe de cuento de hadas, guapo estilo chico rudo; facciones definidas, líneas duras, se podían notar los músculos bajo su camiseta negra, joder. Tragué saliva.

—Aquí tienes —indicó el chico depositando una jarra de cerveza frente a mí.

—Gracias —murmure. Él asintió.

Observé la cerveza frente a mí, bien. Era el momento. Había decidido entrar a este y beber algo. Dejarme llevar por el tiempo mientras bebía sin preocuparme de nada más que olvidarme de lo que me esperaba en casa.

—¿Beberás la cerveza o solo te la quedarás mirando? —preguntó el chico sin dejar de mirarme. Suspiré.

—La tomaré, sólo déjame un momento —murmure agarrando la jarra, pero nada más.

—Chica, ¿por qué rayos estás aquí?

—¿Por qué rayos te importa a ti si bebo o no la cerveza? Te la voy a pagar de todas maneras —aseguré. Él rodó los ojos.

—No te ves como alguien que frecuenta este tipo de bares, y mucho menos pareces capaz de beber una jarra de cerveza por ti misma —respondió encogiéndose de hombros.

—No, no frecuento estos bares, pero siempre hay un momento para una primera vez —hablé.

—¿Este es tu momento para comenzar a beber?

—No, este es mi momento para silenciar mi mente y tu, estas interfiriendo —gruñí con rabia.

Parpadee, creo que es la primera vez que le gruño a alguien. El chico alzó una ceja y asintió.