Después de la muerte 2 (Tauro x Géminis)

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Después de la muerte - Parte 2

Tauro Mujer y Géminis Hombre

Después

Si hubiera sabido ese día que te perdería por siempre jamás te hubiera dejado ir. Si hubiera sabido ese día que no te volvería a ver nunca más jamás te habría dejado ir. Puedo pasar noches enteras sin dormir simplemente viendo tu lado de la cama sintiendo una agonía intensa en el pecho que no deja ni lugar a las lágrimas.

Puedo pasar horas mirando a la nada mientras preparo tu café favorito y lo dejo enfriar frente al mío, porque ambos sabemos que no soporto lo amargo, pero no me he acostumbrado a tu ausencia por las mañanas. Ni a tu ausencia por las noches.

No me acostumbro a que no estés aquí, no importan los años que pasaron o que sigan pasando, te sigo extrañando, te sigo amando, y me sigue doliendo tu partida como el primer día.

Ya no lloró ni me derrumbo cada vez que alguien dice tu nombre o pregunta cómo estoy, pero te sigo buscando, a veces de manera inconsciente, y otras intencionalmente en aquellos lugares que sé que frecuentabas.

Pero la realidad me golpea con fuerza, ya no estás aquí, ya no te volveré a ver nunca más, no escucharé tu risa, ni sentiré la satisfacción de rodearte entre mis brazos, nunca más volveré a sentir el calor de tu cuerpo cerca de mío.

Nunca más.

A veces, sólo a veces, me permito ver tus fotos y vídeos, esas fotos que te saqué cuando estabas distraída, o cuando decías que te sentías linda, pero yo siempre creí que no importa el momento, tu siempre eras hermosa.

Es increíble lo mucho que mi mundo ha cambiado luego de tu partida. Es increíble lo mucho que te anhelo y lo mucho que me arrepiento haberte dejado salir de este apartamento. Mi hermana quería que me mude, eran demasiados recuerdos, tantos que hasta ella la abrumaban cuando venía a visitarme, le dije que no venga más.

Al final de cuentas me he acostumbrado a estar solo, o, mejor dicho, me he acostumbrado a sentirme solo incluso si estoy acompañado.

Todo ha cambiado desde que te fuiste, sin embargo, hoy, en este preciso instante no puedo dejar de mirarte y creer que no has vuelto, no puedo dejar de recordar tu ausencia y la presión en mi pecho al verte partir. Hoy, incluso si te toco como ahora no dejo de pensar que eres solo un fantasma atormentando mi vida. Mis dedos tocan tu mano y te siento irreal, te siento lejana, no te siento mía.

Te veo frente a mí, sonriendo a medias, veo tus ojos llorosos y tus mejillas sonrojadas, puedo sentir el cariño que transmite tu mirada, y se forma un nudo en mi garganta. Quiero llorar. Quiero abrazarte, pero estoy congelado en mi lugar, no te esperaba, no esperaba tu regreso, no puedo creer que estés aquí, no quiero creer que hasta vuelto porque si regresaste puedes volver a irte. Siento que es un sueño y no quiero despertar, me aterra la idea de que te vuelvas a ir.

Por fin lo logró y te abrazó, me tiemblan las manos, me tiemblan los brazos y el cuerpo entero mientras me acercó a ti y te tocó al fin.

Estoy llorando, lo sé porque siento mis mejillas mojadas y mi vista esta nublada. Mi corazón palpita frenético, quiere salir de mi pecho y entregarse a ti por siempre, mi corazón no quiere que lo vuelvas a dejar solo, ni mi corazón, ni mi cuerpo, ni mi alma quiere volver a sentir la soledad de tu ausencia. Te estoy abrazando con fuerza, lo sé, pero se siente bien porque tú me abrazas con mucha más fuerza de la que yo ejerzo.

Estás llorando, te puedo escuchar bajo mi propio llanto.

Quiero decirte tantas cosas mientras te mantengo cerca mío, quiero decirte cuanto te he extrañado, cuánto te quiero a pesar de los años, quiero decirte tanto, pero tengo miedo de que realmente sea un sueño, tengo miedo que mi mente me esté jugando una mala pasada y no estés aquí en realidad.

Me separo de ti y te tocó con mis manos, limpio tus mejillas y compruebo que eres real, que no eres un sueño o un fantasma. Me sonríes como siempre, me abrazas como si nunca te hubieras ido, pero también puedo ver tu dolor, puedo ver cuánto me has extrañado, y quiero preguntar, quiero saber qué te tomó tanto tiempo volver.

Pero nos mantenemos en silencio, no dices nada y yo no puedo hablar, mi garganta no funciona y tengo miedo a arruinar todo.

Sonrió.

—No llores —me ordenas limpiando mis mejillas.

—Tú tampoco.

Reímos, porque somos tontos que se aman y quisieron separarse por haberse hecho tanto daño, pero comprendieron que se hacían más daño estando separados.

—Te amo.

—Lo sé, yo también te amo.

—No te vayas nunca más.

—No me voy a ir a nunca más.

—Sentí como si hubieran pasado mil años lejos de ti Tauro, no me vuelvas a dejar nunca más, por favor —pedí, supliqué, rogué, no me importa como soné, no quería volver a dejarte ir.

—Fue solo una hora Géminis —murmuraste muy cerca de mis labios.

—¿Qué te tomo tanto tiempo? —reclamé, ella río y levantó la cajita de terciopelo que le había entregado una hora antes, la abrió bajo mi atenta mirada y un suspiro escapó de mis labios. Ahora, un anillo de compromiso había sido reemplazado por dos alianzas. 







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Nota: Quisiera comentar que la sensación que algunos sienten de que pasaron años, es la misma sensación que tiene Géminis, pero la siente de una manera tan real debido a que no es la primera vez que se separan, por horas, días o incluso años. Sólo quería decir eso, como una aclaración más que nada. 

Get Wild #Zodiaco #EspecialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora