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Magnetismo (Aries x Sagitario)

Magnetismo -Parte única

Aries Hombre y Sagitario Mujer

Debo estar soñando, fue lo primero que pensó Sagitario al abrir los ojos. Luego el dolor intenso la atravesó por completo en un instante y casi sintió que volvía a quedar inconsciente. Parpadeó varias veces intentando hallar la respuesta de dónde carajos estoy.

—¿Estás bien?

¿Esa era la voz de un ángel? Sagitario enfocó sus ojos hacia el guapo hombre que había hablado. Tragó saliva con dificultad, notando en ese momento que su garganta se sentía como si estuviera en carne viva.

—Yo... —su voz se rompió cuando notó un montón de cabezas curiosas alrededor de ella.

Intentó incorporarse, pero el guapo hombre se lo impidió poniendo sus manos en sus hombros. Dios, su torso estaba desnudo. ¡Y sólo tenía puesto unos bañadores! Sagitario no estaba segura si en realidad no estaba en el cielo.

—¿Sabes dónde te encuentras? —le preguntó el guapo hombre con voz amable, pero sus ojos exudaban preocupación.

¿Dónde me encuentro? Se preguntó Sagitario, no iba a contestar que, en el cielo, porque obviamente no tenía tanta fuerza, pero miró a su alrededor intentando encontrar una referencia, y al notar que todos los dueños de esas cabezas curiosas vestían bañadores o bikinis, entendió que se encontraba en la playa.

La siguiente pregunta fue, ¿cómo había llegado hasta ahí?

—Estoy en la playa —respondió luego de unos minutos. Él guapo hombre asintió.

—¿Cómo te llamas?

—Sagitario.

—¿Sabes qué te sucedió?

Sagitario negó.

—Bien, te encontré inconsciente cerca de la orilla, logré sacarte del agua que tenías en los pulmones, pero para estar seguros llamé a la ambulancia y está en camino —informó el guapo hombre, ella asintió algo aturdida.

—¡Ya llegó la ambulancia! —exclamó alguien desde algún lado.

Lo siguiente sucedió tan rápido que tuvo que cerrar los ojos para detener el mareo y las náuseas. Su cabeza comenzó a palpitar tan fuerte que se desmayó.

...

Aries levantó delicadamente a la chica y no va a negar que sintió escalofríos por el contacto piel a piel, rápidamente hizo a un lado esos pensamientos y siguió caminando hacia la ambulancia. Varias personas lo seguían de atrás, algunos preocupados por la salud de la chica y otros, con sus celulares en manos, listos para filmar lo que sea que les llame la atención.

El viaje al hospital fue rápido, pero la chica se mantuvo inconsciente. Aries agradecía que su compañero del siguiente turno haya llegado más temprano que otros días, no quería dejar a la chica sola, al menos hasta que supiera que se encontraba bien.

—Te avisaremos una vez sepamos algo —le avisó una enfermera dejándolo solo en la sala de espera. Aries respiró hondo y se sentó en una de las sillas.

Gracias a dios alcanzó a agarrar sus zapatillas y una chaqueta, o estaría tiritando de frío en este momento con el aire acondicionada del hospital.

La espera se sintió una eternidad, estaba ansioso y nervioso, y seguía sin entender porque estaba actuando así, como si conociera a esa chica y le importara, era extraño, como si hubiera algo dentro de su pecho que lo empujaba hacia ella, un cierto magnetismo que no podía controlar. Aries cerró los ojos negando con la cabeza, estaba comenzando a delirar sobre el destino y las almas gemelas. Río en silencio entrujándose las manos.