2. Omega (Completa)

#Epílogo

La sostenia fuertemente contra la pared, sus manos sobre su cabeza dolían de a poco confome la presión que ejercía sobre ella aumentaba.

- ¿Qué sucede omega? -sonrió con cinismo ejerciendo más fuerza de la necesaria provocándole un quejido- ¿te comió la lengua el ratón? -se burló mordiendo el lóbulo de su oreja-

La omega se removió incomoda y adolorida, su garganta estaba seca, sentía el miedo correr desde su espina dorsal y su nuca arder.

- Quedate quieta omega -gruñó sin obtener lo que quería, su omega estaba desesperada y no dispuesta a obedecer-

- ¡No! ¡sueltame! -grito sacudiendose con fuerza- ¡déjame ir! -

- Cállate y deja de decir estupideces -gruñó más alto dejándola estática en su lugar- creí haberte dicho que no me gusta que te reveles -

- ¿Por qué me haces esto? -le pregunto con ojos lagrimosos, estaba desesperada, no quería morir, debía disculparse y arreglar todo con Jisoo- ¿no se supone que somos destinados? -preguntó en tono lastimero viendo cómo la alfa cerraba los ojos con fuerza- ¡soy tu omega! ¡Deberías quererme! -grito logrando que la soltara, aprovechando la situación para lanzarla lejos al piso-

La alfa comienzo a sacudirse con violencia mientras se agarraba la cabeza gritando incoherencias, aprovechando la oportunidad trato de abrir la puerta sin mucho éxito.

- ¡Ábrete maldita sea! -sus manos sudorosas dificultando su trabajo- ¡necesito salir de aquí! -volteó rápidamente hacia atrás, ahí esta la alfa, tirada en el piso mientras parecía luchar contra un dolor agonizante, seguía gritando palabras incoherentes mientras sostenía su cabeza revolcándose en el piso, su voz distorsionada casi como si ninguno de los dos estuviera al mando, volteo de nuevo a la puerta y forcejeo para intentar abrirla-

- ¿Qué intentas hacer omega? -sintió una mano posarse en su pantorrilla- tu no te iras de aquí -miró hacia abajo aterrada, la alfa la miraba con enojo reflejado en sus ojos azules- no te di permiso de irte -dijo antes de tomarla de la otra pierna jalandola bruscamente hacia abajo sin medir sus fuerzas, sus manos azotando con fuerza en el piso-

- ¡Sueltame! -grito intentando patearla sus zapatos perdiéndose en el acto pero sin dar resultado-

- ¡No! ¡quedate quieta! -grito con autoridad sus voz sin tener el efectos deseado, estaba demasiado preocupada para siquiera pensar en obedecer- ¡que te quieres quieta! -volvió a gritar aflojando un poco el agarre logros soltar si pierna para patearla y pararse con rapidez+

- ¡Huye! ¡Corre por tu vida! -una voz dentro de ella la impulso-

- ¡Te dije que te quedaras quieta! -sintiendo como alguien caí sobre su espalda golpeó de cara fuertemente contra el piso, un hilo de sangre corriendo por su nariz, sus ojos hinchados por el llanto- en este lugar solo estamos tu y yo, no puedes ir lejos -dijo girando su cuerpo, su mirada dura titubeando un poco ante la imagen-