Amor en cualquier forma.

IX

Finalmente la preparación había terminado, el rubio había escuchado a su compañera hablar y explicar movimientos toda la tarde, los había repasado y memorizado, pero no podía evitar moverse inquieto por el cuarto, respirando levemente agitado.

-Steve ¿que sucede? creo que entendiste absolutamente todo, que tienes las armas para llevar acabo la misión, pero algo te hace sentir inseguro...-

-¿Alguna vez...has pensado...de esto depende mi vida?-

-Pues si un par de veces-

-Así me siento ahora, puede que desde afuera parezca algo simple, creo que puedo llamar su atención, creo que puedo hacer creer a todos ahí que soy una mujer como cualquier otra...pero temo cual sea la reacción de Tony...temo pensar en como estará después de todo esto...temo ver el odio en sus ojos, aunque lo aceptaría...-

-Steve...quizás estamos dándole el enfoque incorrecto a esto, sera una misión pero solo hasta que estén solos y puedas hablar con él, luego serán Tony y tu, nadie mas, él te ama, esta lastimado, ambos lo están, pero esta experiencia te hizo ver, ahora ya sabes lo que sucede, quieres remediarlo, y si Tony siempre vio lo bueno en ti a pesar de todo, y te dio oportunidades sin que las pidieras, imagino que un pedido sincero de una ultima, sera escuchado...-

-Y créeme que jamas se arrepentiría si me la diera, juro que jamás volveré a cometer estos errores, que haré todo lo que ustedes coincidieren necesario sin rechistar, y por supuesto que apreciare que me señalen mis equivocaciones sin dudarlo-

-Lo amas mucho ¿cierto?-

-Tanto como espero que él pueda volver a amarme a mi...-

Dijo tomando el anillo de casados, que ahora colgaba en su cuello de una cadena dorada.

-Es un lindo toque-

-Bueno ya no me entraba en esta mano tan delgada-

-Bien pero debes ocultarlo al entrar en la sala, nadie debe sospechar que eres casado, ¿pensaste en un nombre?-

-No realmente, solo creí que el femenino del mio estaría bien-

-¿Stephany?-

-Si, no tengo mucha imaginación en ese sentido, ¿hay nombres que atraigan?-

-No lo se tu dime, eras hombre-

-Jamas me fije en eso a decir verdad-

Ambos rieron levemente y luego se terminaron de preparar, tacones altos, cabello suelto, un dulce perfume y con paso seguro caminaron hacia la parte del club de caballeros.

-Señoritas un trago-

Un mesero se acerco sonriendo, por un momento el rubio casi toma el vaso de Whisky, pero su compañera rápidamente tomo dos copas de champan sonriendo.

- Stephany...las damas no toman bebidas fuertes...¿recuerdas?-

dijo sonriendo hablándole entre dientes.

-Lo siento, fue un reflejo, ¿y por que no las toman?-

-Steve...estamos en un club de caballeros, pero creo que puedes ver claramente que aquí a excepción quizás de Tony ninguno puede definirse como tal...bienvenido al mundo de las mujeres...-

La mujer choco su copa con la del rubio y señalo con ella a la gran cantidad de personas amontonadas en sillones, hombres poderosos y notoriamente de dinero, fumando y riendo, bebiendo hasta el punto en que sus mejillas se tornaban rojas, a pesar de que la noche recién comenzaba, gritaban y aplaudían, hacían alarde de todo lo que poseían, y de vez en cuando tomaban y sentaban a alguna de las mujeres a su alrededor en su falda.