Amor en cualquier forma.

I

No hay una forma exacta para comenzar a describir los grandes cambios que hubo en su vida, de hecho cualquier persona normal le diría que está loco, que quizás esta bajo el efecto de un alucinógeno, pero una gran cantidad de la población mundial, vive en la completa ignorancia de todo lo que realmente sucede, de los cambios y cosas a su alrededor que la ciencia simplemente no puede explicar.

Él es una de esas cosas, pero antes era solo Steve Rogers, no se definiría a sí mismo como un hombre promedio, ya que estaba por debajo de este, siempre débil y enfermo, demasiado bajo para su edad, sin importar cuanto comiera un flacucho, y aunque peleara con todas sus fuerzas y valor, siempre necesitando ayuda.

Su vida en general se sentía como un completo fracaso, y no porque él no pusiera de su parte, realmente había llegado al punto en que solo, soñaba con cosas simples y pequeñas, cada día despertaba pensando, un trabajo simple, un hogar simple, y lo que más anhelaba, una mujer simple para convertirla en su esposa, y le diera dos hijos.

Si lo comparaba con los sueños y expectativas de muchos hombre de su edad, probablemente caería en una minoría, cuando tienes esas cosas aseguradas, das la vida por sentada, los demás no podrían jamás apreciar eso, porque tienen la mira puesta en cosas más extravagantes, no quieren tener que ganarse el dinero con trabajo duro, pero quieren fortunas, quieren vivir en mansiones, quieren una gran cantidad de mujeres, y por sobre todo, no desean niños de los cuales hacerse cargo.

Lo peor de todo, es que esos mismos, los consiguen, y él estaba cansado de intentar, por eso tomo la decisión que esperaba hiciera una diferencia, unirse a los militares, pero como todo en su vida, las puertas se le cerraban una y otra vez en la cara, hasta que alguien tuvo compasión.

Cada noche, revive el momento, una y otra vez, con el pasar de los años, el recuerdo causa diferentes sentimientos.

Las primeras noches, solo podía pensar en eso con resentimiento, ¿Por qué lo hizo?, ¿Cuál era el fin, si gracias a eso ahora jamás lograría lo que realmente más soñaba? ¿Por qué se condenó de esa forma?

Entrar en esa maldita máquina, fue el principio de algo muy grande, fue abrir los ojos a lo que realmente estaba ahí afuera, de repente era un súper soldado yendo a una guerra, y no a cualquier guerra, todo lo que sabía hasta el momento era una mentira, en un abrir y cerrar de ojos había perdido a su mejor amigo, y a pesar de haber encontrado a la mujer de sus sueños, en menos de lo que le tomo darle un beso, se había separado de ella y sus sueños para siempre.

Ahora estaba en el futuro, uno no muy alejado, pero definitivamente diferente, no era su tiempo, sin importar cuanto intentara hacerlo parte de él, siempre fue una persona de mente tan abierta como podía, y además de eso respetuoso, pero había cosas que no podía creer, a las que no lograba acostumbrarse.

Jamás diría una palabra al respecto, no pretendía ofender a nadie, pero en su interior, su crianza diferente, le hacía sentir que realmente la nueva generación estaba muy equivocaba, era una persona joven, pero no paraba de recibir comentarios de que hablaba como un viejo, y en su interior realmente lo era.

Todos los días hacia un esfuerzo por salir a entrenar, también por concentrarse solo en sus misiones, pero muchas veces era corregido por su colegas sobre el manejo que tenía con las agentes mujeres, se sentía mal interpretado, en este mundo donde el término “dama” ya no significaba lo mismo, constantemente quería evitarles el riesgo, eso le habían enseñado, una dama no pelea, una dama pertenece a la democracia.