Capitulo 6.

115 8 5
                                    

→ ¿Qué pasó ayer? ←

De camino a mi casa estuve intentando recordar lo que había pasado en la fiesta, pero no pude. 


— Y... ¿quien te lleva a la escuela?— dijo Taylor deteniéndose al ver la luz roja.


— Ah... lo siento estaba pensado en lo que pasó ayer... Cam, Cameron me lleva... ¿por? — le respondí intentando alejar los pensamientos de ayer.


— Pues, mañana pasaré por ti. ¿que opinas? Te llevaré y traeré de allá — dijo mientras me sonreía y movía sus cejas de arriba a abajo.


— Um... lo siento, no me convences. No — dije para ver como reaccionaba.


— Está bien — y en cuanto se puso la luz verde, dio un gran arrancón dando vuelta en U.


— T...¿taylor? ¿Qué te pasa? ¿A dónde vamos? — este chico un día un de estos me mataría de un susto.


— Shhh — se limitó a responder.



Habían pasado casi 5 minutos y habíamos llegado a un gran restaurante, más bien pizzería.


— Espera — dijo Taylor mientras se dirigía a la pizzeria.


Tardó 30 minutos, si, treinta minutos... cuando vi que se dirigía ya de regreso con una simple caja de pizza.


— Lo siento, no creí que se tardaran tanto, pero bueno, era un pedido especial — dijo Taylor apenado por el retraso.


— ¿Pedido especial? ¿De que hablas?—


— Si...  para mi chica —pronunció con sus sexys labios, remarcando "mi", mientras abría la caja de pizza.


Al abrirla salió el delicioso olor de mi pizza favorita, jamón con salami. Era en forma de corazón, y en la tapa decía... "Di que si, ¿si?".


— Para decir que no ponle mostaza a la pizza, si dices si, ponle catsup — dijo Taylor sabiendo la respuesta obvia.


— Taylor, acaso tu sabes que la mostaza no va con la pizza, ¿verdad? — tomé la catsup y le dibujé un perfecto "SI", y pude ver como una bella sonrisa en el rostro de Taylor se dibujaba, por lo cual automáticamente yo sonreí.


— Perfecto, sólo marcame cuando estés lista y pasaré por ti, ¿está bien?— habló sin ocultar la emoción.


Camino a casa íbamos desayunando la pizza. Estacionó su auto en la cochera, nos bajamos y la puerta de la casa estaba media abierta, así que entramos fácil.

Cuando abrimos la puertas un olor nauseabundo salió, era una mezcla de alcohol, sudor, marihuana, y un poco a vomito.


—¡Cameron! ¿¡Cameron!? — comencé a gritar.


Gracias a mis gritos las personas que se habían quedado dormidas en el piso se iban despertando poco a poco, para después irse a sus casas.

Cuando quedaron apenas 3 o 4 personas entré a mi cuarto a revisarlo, y realmente me asusté.


"A lo único que debes tener miedo es a mi"

Estaba escrito en mi pared, y a un lado había una foto mía, la que me habían mandado a mi celular por la mañana. Giré la foto y habían unas iniciales "-BR"


—Oye Andrea encontré a... ¿¡Qué demonios!? ¿Qué es esto? — dijo Tay mientras entraba a mi cuarto y veía eso. —¿Es sangre?


—La verdad no se, pero es lo que menos me preocupa. ¿Encontraste a Cameron? — traté de mostrar indiferencia apesar de que tenía mucho miedo.


—No preocupes, ahora tendrás tu propio guardaespaldas, te cuidaré mucho Andrea, no tengas miedo, se que lo ocultas pero tu y yo sabemos que te da miedo todo esto, pero lo enfrentaremos juntos — dijo Taylor abrazándome, era realmente bueno, ahora comenzaba a sentir algo diferente por él... espero que lo que me diga sea verdad.


—Muchas gracias Tay — le recibí el abrazo y comencé a llorar —¿Pero por qué haces esto?


—Porque de verdad me importas, y porque te quiero mucho... a parte... — me tomó por las piernas y me cargó, haciendo que quedará como las novias en su noche de bodas, y comencé a reír mucho. Me recostó en mi cama y se dejó caer a un lado mío. Me abrazó por la cintura quedando como cucharitas y suavemente al oído me dijo — me gustas... demasiado Andrea Dallas.


Nos quedamos así, en silencio, acostados y abrazados. Era simplemente perfecto. Nos habíamos quedado dormidos. Y podría haber jurado que habían pasado apenas 5 minutos pero no.


— ¿Andrea? Despierta... Es hora de comer — decía Tay susurrandome, mientras me movía poquito.


—¿Cuanto nos dormimos? — dije girandome para poder verlo bien, se veía tan bien.


—Sólo cuatro horas — seguido soltó una pequeña risita.


Nos levantamos, me hice un chongo y recogimos toda la casa.

Era un verdadero asco. Vomito, vasos, muchas cosas en el piso, incluso, encontramos un bra.

Cameron se la había pasado dormido la mayor parte del tiempo que nosotros estábamos recogiendo la casa. Por lo tanto lo despertamos con un balde de agua fría, para que nos ayudara a recoger todo el reguero que quedaba y que habían causado él y sus amigos.
Después de todo invité a Xime a quedarse a dormir, se quedarían Taylor, Xime, Maho, Cam y Yo.


No mires el pasado. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora