Mine (Stucifer)

Capítulo 3

Nick se encontraba mirando al cazador que había venido hablar con los Winchester, se había presentado como un Calavera, cosa que hizo rodar los ojos a Lucifer. Escuchó todo lo que tuvo que decir antes de que se fuera. Los Winchester discutieron lo poco usual que era ese comportamiento en lobos mientras que Lucifer simplemente se reía divertido, iba a disfrutar la cara de los cazadores cuando se dieran cuenta de que él ya hacía tiempo que había averiguado quién era la manada. Ambos humanos se fueron a investigar el pueblo mientras él se acercaba a la casa del primer nombre de su lista. La señora Smith debía estar esperándolo. Tocó la puerta mientras sonreía, esta se abrió dejando ver a una mujer mayor, de unos setenta años, su pelo estaba completamente blanco mientras que su cara lucía una sonrisa satisfecha. Sin decir nada invitó al hombre a entrar, ella se metió en la cocina y salió con una tetera y dos tazas.

- ¿Sabe quien soy Señora Smith?- La mujer se rió antes de llenar la taza del demonio de té, ella cogió su taza y la llevó a su boca.

- Imagino que es uno de los demonios de Crowley.- Este resopló antes de probar el té de la mujer.

- Soy Lucifer.- La mujer lo miró sorprendida antes de disculparse suavemente.- No se preocupe.- Dijo mientras miraba a la mujer curioso, miró su casa y vio una foto familiar, ahí estaba ella con otras dos mujeres y dos niños.

- Mis hijas y mis dos nietos.- Dijo la mujer antes de coger la bandeja del té y guardarla. Ella se acercó a Lucifer y le sonrió.- Estoy lista para cumplir mi parte del trato.- Dijo haciendo que Lucifer la mirara sorprendido, normalmente había ruegos y súplicas por más tiempo.

- ¿Por qué hizo el trato?- Dijo Lucifer cogió la mano de la mujer, el cuerpo cayó al suelo mientras que el alma seguía cogida de la mano de este, ahora lucía como una joven de veinte años, rubia y de tez pálida.

- Me diagnosticaron cáncer en demasiadas partes como para curarlo, solamente le pedí librarme de todas las enfermedades, a cambio solo viviría treinta años, para mí fueron suficiente, ya tenía a mis hijas y mi marido había muerto meses antes, solo quería conocer a mis nietos.- Dijo la mujer con una sonrisa.

Lucifer la miró antes de asentir y llevarla personalmente donde su alma sería torturada, pero se encargaría de que fuera una tortura suave y corta, no había lugar donde esa mujer encajara. Lucifer salió de allí y dio la orden que después de que el temporizador de esa habitación llegara a cero fuera enviada al cielo. Él volvió a la casa y suspiró antes de ver el cuerpo de la mujer, salió cerrando la puerta y suspiró antes de caminar hasta una de las cafetería. Ahora recordada porque no iba él por las almas. Suspiró y pidió un café para llevar mientras miraba el local, sonría de forma burlesca al ver a Peter y al Alpha de la manada sentados en una mesa mientras lo miraban mal. Lucifer cogió la taza y salió de allí para caminar por el pueblo, quería saber que tenía como una atracción con todo lo sobrenatural. Su paseo le llevó hasta la comisaría allí estaba su Hellhound ¿Pero sería correcto entrar? Sin preguntárselo mucho más entró siendo recibido por una mujer que lo miró curiosa, Lucifer se apoyó en el mostrador antes de sonreír y mirarla a los ojos.

-¿Hola soy Nick, está el agente Parrish?- Esta asintió antes de apartar la mirada del hombre y llamarlo por el walkie talkie. Nick aprovechó para observar la comisaría, parecía un lugar tranquilo para ser con un pueblo con tanta influencia sobrenatural.

- El Sheriff dice que vaya a su despacho.- Nick sonrió antes de caminar hasta la puerta que ponía sheriff, golpeó con suavidad antes de entrar.

Se sorprendió al ver a Stiles sentado al lado del que suponía que era el sheriff. Lucifer entró y cerró la puerta antes de que su mirada fuera al otro chico, era mayor que Stiles pero no mucho más mayor quizás veintisiete o veintiocho. Nick se acercó a Jordan y lo miró curioso antes de poner sus ojos rojos, el Hellhound reaccionó poniendo los suyos naranjas y jadeando sorprendido. Nick sonrió antes de acariciar la cara de este haciendo que el Hellhound se calmara.