My King² [Changlix]

||DOCE||

Changbin gruño cuando leyó la carta que el ministro le había mandando, donde decía que los robos ya habían llegado hasta la zona mas alta antes de que empezara el bosque que rodeaba al castillo, un paso mas y llegaban al castillo.

-- Mingi, necesito que asegures todas las entradas al castillo -- pidió el alfa -- También quiero que pongas guardias por las habitaciones, que vigilen sobretodo la de Seokie.

-- Si, su majestad -- el pelirrojo se inclino para después dirigirse fuera de la sala del trono.

-- ¿Sabes quienes son los que atacan? -- cuestiona Félix sentado en su trono con Hoseok sobre sus piernas.

-- No, cuando unos guardias lograron matar algunos en la noche se dieron cuenta que ni siquiera tenían logo en sus prendas o algo. Al menos sabemos que no es ningún pueblo tratando de atacarnos –- suspira el castaño.

El omega asintió tranquilo, ninguno de ellos quería otra guerra, ya habían quedado lo suficientemente traumados con la de Busan.

-- Ya es de noche, pero no estoy seguro de querer dormir -- comenta el alfa.

-- No pasara nada esta noche, ya veras -- sonríe el omega mientras se acerca a su alfa y le da un beso en su mejilla.

-- Ustedes vayan a dormir, yo me quedaré despierto unas horas mas para supervisar que todo este como se lo ordene a Mingi -- dice el alfa para después besar a su omega en los labios.

Félix se retiro con Hoseok durmiendo sobre el, era realmente tarde y el cachorro había quedado dormido en la pequeña reunión que tuvieron los reyes con el capitán de la guardia.

El omega poso al cachorro en su cama y dejo un beso en su frente, pero cuando se acerco a apagar la vela en la mesita de noche, se quedo pensando un segundo. Si algo pasaba esa noche seria peligroso para Hoseok, el omega no dejaría a su cachorro solo.

Félix quiso cargar al rubio para llevarlo a su habitación, pero apenas lo movió y el cachorro daba indicios de querer despertar. El pelirrosa decidió mejor acostarse a un lado de su cachorro, el omega los cubrió a ambos con la sabana y acerco al mas pequeño a su pecho para después rodear en un protector abrazo a su hijo.

Changbin bostezo cansado después de verificar que todo el castillo estaba en orden. Cuando llego a la zona de habitaciones noto que habían dos guardias a un lado de la puerta de Hoseok, ambos parados y supervisando que nadie entrara.

El alfa se acerco a su habitación y abrió las puertas, cuando noto que su omega no estaba allí empezó a alarmarse y todo el sueño se esfumo. Con rapidez el alfa se acerca a la puerta de la habitación de Hoseok; ambos guardias se hicieron a un lado dejando pasar al rey y este entro.

Inmediatamente el castaño se tranquilizó cuando vio a Félix acostado con Hoseok entre sus brazos. El alfa se acerco y se acomodo del otro lado de Hoseok; aquellos movimientos lograron despertar a Félix, quien aun entre sueños, se mantenía atento ante cualquier cosa que dañara a su cachorro.

-- Changbin.. – susurra el omega al reconocerlo.

-- Vuelve a dormir – dice el alfa.

Changbin se acerco a su omega y a su cachorro. El alfa paso un brazo sobre su omega, sin llegar a aplastar a su hijo. Así fue como Hoseok durmió entre el calor de ambos de sus padres.

-- ¡Como dejaron que esto pasara! -- Dice el alfa usando su voz de mando por el enojo.

-- Su majestad, lo siento tanto -- Mingi hace una reverencia. Simplemente... no nos dimos cuenta -- el pelirrojo tiembla ante el potente gruñido que dio su rey.

-- ¡Llegaron hasta el castillo! ¿¡Sabes lo que eso significa!? -- Changbin se levanta del trono y se dirige con lentitud hacia el capitán de la guardia.

-- S-Si, su majestad -- Tartamudea Mingi.

-- ¡Mataron a un guardia en frente de sus narices! ¿¡Qué hubiera pasado si el lastimado era Félix o aun peor, Hoseok!? -- El rey esta furioso y preocupado a la vez.

-- Pero, su alteza. El cuarto del joven príncipe estaba resguardado por dos guardias y muchos de ellos estaban merodeando la zona del castillo -- Responde Mingi – Es imposible que ellos puedan dañar a Hoseok.

-- Changbin, ellos no tienen la culpa -- Félix llego justo a tiempo.

-- ¡Gi! – el pequeño cachorro grito y como pudo corrió hacia el alfa pelirrojo.

El capitán de la guardia, enternecido, cargo al príncipe cuando este estiró sus bracitos hacia arriba. Al cachorro le gustaba pasar tiempo con el alfa pelirrojo, pero debido a lo peligroso que es el entrenamiento del guardia, el príncipe no pude estar tanto tiempo junto a el.

-- Esta noche llegaron hasta el castillo, no pasara mucho tiempo antes de que lleguen hasta las habitaciones -- de solo pensarlo, el alfa enfurecía.

-- No te preocupes, no dejaremos a Seokie solo -- Félix se acerca a su alfa.

El castaño asintió mientras veía a su hijo jugar en los brazos del capitán de la guardia. El pensar que algo le podía pasar a su familia era algo que lo atemorizaba, perder a su omega o a su hijo; no se lo perdonaría.

– No pienses en cosas malas, alfa -- El pelirrosa acaricia la mejilla de su esposo.

-- Papi ¿Puedo jugar en el jardín? -- cuestiona el cachorro.

-- No... -- gruñe inmediatamente Changbin, quien se cubre la boca al usar su voz de mando por accidente, su lobo interior estaba alterado.

-- P-Pero quiero convertidme en lobito o-otra vez -- dice un poco asustado el menor por aquella voz que uso su padre.

-- Ahora estoy ocupado, no puedo... -- el alfa fue interrumpido.

-- Yo iré con el -- hablo el omega.

-- P-Pero no puedo dejarlos a los dos solos -- dice preocupado el castaño.

-- Y-Yo podría acompañarlos -- Mingi dijo, pues la verdad es que ese era su tiempo libre.

-- ¿Vez? Ya no estaremos solos -- sonríe el pelirrosa.

Los tres se dirigieron hacia el jardín, donde el guardia tuvo que esperar adentro del castillo a que el omega y cachorro cambiaran. Cuando vio a ambos lobos, salió al jardín y junto las vestimentas de ambos sobre una banca.

Mingi se mantenía de pie, atento a cualquier cosa que pudiese hacerle daño al rey y al príncipe.

Por otro lado, Félix jugaba con su cachorro, persiguiéndolo por el lugar. El omega estaba corriendo, hasta que repentinamente se sintió mareado. El alfa pelirrojo noto desde lo lejos que algo andaba mal, por lo que se apresuro en agarrar una manta que había a su lado y rápidamente cubrio a Félix cuando este cambio, pero cuando cambio a humano, el pelirrosa estaba inconsciente.