||VEINTE||

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Era de noche, todos en el castillo dormían. Hoseok estaba en la habitación de sus padres, no se arriesgarían a tener un susto como el de la última vez.

Mingi, por otro lado, estaba escondido en la habitación del príncipe. Estaba esperando a que los intrusos cayeran en su trampa.

Se asomo por la ventana de la habitación del príncipe y desde allí los vio. Eran un grupo de tal vez tres personas adentrándose sigilosamente al castillo. Mingi no perdió tiempo y acomodo las almohadas de la cama para que pareciera que el príncipe estaba durmiendo allí.

El pelirrojo entonces se esconde en él armario del príncipe y deja un poco abierto para poder ver. No paso mucho tiempo para que la puerta fuese abierta y por allí entraron unas personas.

-– El príncipe esta en la cama.

-- Cubre su boca cuando lo vayas a atrapar.

El tercero entonces se acerco a la puerta y la cerro para que nadie los viera o sospechara. Aquella fue la oportunidad de Mingi.

El guardia salió del armario y con rapidez logro hacerle una profunda cortada a uno de ellos, mientras a otro lo atrapo. El que parecía ser el líder saco su arma y apunto al guardia, pero no esperaron que otros dos guardias mas entraran y colocaran la cuchilla de la espada en su cuello.

Ahora estaban los tres vulnerables, así que rendidos sueltan sus armas.

-- Serán llevados al calabozo. Cuando el rey este despierto, serán interrogados. Después el rey dictará el castigo que recibirán.

-- Seguro su maldito rey ni se molestara en matarnos.

-- Trataron de asesinar a su hijo, el príncipe. Creo que sería algo justo.

-- ¿Justo? El rey Seo jamas lo fue. Asesina a cualquiera que crea "peligroso" aun cuando son simple inocentes.

Aquello hacen que los guardias frunzan el ceño. Desde que Félix había llegado al castillo el rey era mas calmado. Hace mucho tiempo no usaba aquella guillotina que estaba en la parte baja del castillo.

Ignoraron las quejas de los tres infiltrados y los llevaron directamente hacía el calabozo, allí los encerraron y dejaron por toda la noche.

Ignoraron las quejas de los tres infiltrados y los llevaron directamente hacía el calabozo, allí los encerraron y dejaron por toda la noche

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Changbin abraza con mas fuerza el cuerpo que tiene entre sus brazos. Félix suelta un suspiro y acerca su rostro al cabello de su hijo, sintiendo el aroma a leche que aun desprende el cachorro.

El alfa va despertando lentamente y sonríe al notar que su manada esta sana y salva otra noche más. Sale de la cama y se alista para hacer sus deberes como gobernante de Seul.

Minutos después ya esta dirigiéndose al comedor para tomar el desayuno. Su plato ya esta servido. Come rápido para dirigirse hacía la sala del trono, donde ve a Mingi dandole ordenes a otros guardias de ir al calabozo.

-- Majestad, menos mal que ya esta despierto.

-- ¿Sucedió algo?

-- Atrapamos a los infiltrados.

El castaño frunce el ceño y con la mirada le pide a Mingi llevarlo hacía donde están. El pelirrojo solo asiente y le pide al rey que lo siga.

Changbin camina detrás de su mejor guardia hasta que llegaros al calabozo, la celda donde estaban. Los tres estaban allí, había uno vendado de su abdomen y Seo sabía que sus guardias habían hecho un buen trabajo.

-- ¿Los quiere interrogar usted?

--– Sí. Esto ya no solo se trata solo del pueblo, trataron de lastimar a mi cachorro.

-- Entraremos con usted por seguridad.

El castaño asiente y se adentra junto a cinco guardias mas y Mingi a su lado. Las tres personas levantan la mirada y muerden sus labios al ver al gobernante de Seul frente a ellos.

-– Ustedes... ¿Los conozco? -– cuestionó al parecerle conocidos los rostros.

-- Sí. Nos debería conocer muy bien, majestad. -– hablo la única mujer de los tres.

-- Nosotros a usted lo conocemos mas que bien, de años...

-- ¿Cómo...?

-- ¡Por que somos la gente que vive en el pueblo! ¡Somos habitantes de Seul!

Los presentes quedaron sorprendidos ante la declaración. Es cuando pocos de los guardias reconocen los rostros de los tres prisioneros.

-- HyoJin...

-– HeeChul... no te hemos visto desde que viniste al castillo ¿Cómo te trata la buena vida?

-- Sabes la razón por la que vine.

-- ¡Por una vida llena de lujos!

-- Yo soy un simple guardia, no tengo lujos.

-- ¡Pero vives en el castillo. Sirves a quienes juramos odiar y ahora los defiendes y proteges!!

-- Es mi deber como guardia. Si tan solo te tomaras la molestia de ver que todo lo que nos cuentan es falso..

-- HeeChul ¿Qué quieres decir con eso? -– exige saber Mingi.

-- Ellos son gente de las afueras del pueblo. Los campesinos y artesanos.

-- La zona pobre del pueblo.. -– contesto la mujer prisionera.

-- Yo vengo de allí, nací y crecí en ese entorno. Pero allí te educan haciéndote odiar a los reyes de nuestro pueblo, diciendo que nunca hacen nada por ayudarnos. Después fue cuando usted, majestad, tomo el cargo. En sus inicios usted era... no era el mejor rey...

-- ¡¡Tú mataste a mi padre!! ¡¡Hace cuatro años el se arriesgo por todos nosotros y tú lo mataste!!

-- El solo había venido a la zona más adinerada del pueblo y llego hasta el castillo para robar comida. Lo descubriste y lo mataste.

Los recuerdos inmediatamente llegaron a el. Había sido la misma noche en la que Félix había llegado entre la lluvia. Un hombre se había infiltrado para robar y el lo mando a la guillotina por osar a hacer eso.

-- Pero... yo he cambiado.

-- ¡¿Crees que cambiar me devolverá a mi padre?!

En ese momento el rey se sintió culpable. Ahora, el se arrepentía de su actitud en el pasado. Pero era cierto, un cambio de actitud no iba a arreglar el que haya matado a gente de su pueblo, la pobreza en la que todos cayeron, el maltrato verbal y físico que le dio a su hermano durante años.

-- Yo realmente me arrepiento de mi actitud en el pasado.

-- ¡No eres solo tú! Todos los Seo son iguales. Se preocupan de los nobles por que son los que les dan más dinero, pero a nosotros los pobres nos dejan muriendo.

-- ¿Es por eso que querían matar a mi hijo? ¿Por eso mandaron a ese lobo tras los cachorros aquella vez en bosque?

-- ¡¡Sí, queríamos destronarte!! Pero el alfa que decidió ir nunca volvió, por eso nos dispusimos a ir nosotros mismos al castillo.

-- Quien termino afectado fue mi sobrino, el príncipe de Daegu. Ese alfa... marco a Yohan...

Los tres prisioneros se miraron entre ellos sorprendidos. Su intención no fue que el príncipe de Daegu fuera lastimado, solo quería que Hoseok se convirtiera en omega, para así quitarle el trono a los Seo.

My King² [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora