Capitulo 6

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Hoy se sentía peor que ayer... Evitó toda la mañana a Mauren, avergonzada por lo que le había dicho.

En una de sus escapadas, sin querer entro al arrecife de coral para esconderse... Su padre estaba ahí.

Mostraba un mejor semblante, ciertamente ahora se parecía más al rey que había sido antes... Era mayor, si, pero poseia un atractivo envidiado por selkies de su edad.

- Marella

Dijo cómo si no pudiera creerlo

- ¿Que haces aquí?

La princesa miro a todos lados buscando una excusa

- Yo... Quería saber... ¿Cómo se encuentra hoy su majestad?

El rey parecía complacido con esa pregunta

- oh

Hizo un par de movimientos con las manos y las aletas

- Mi salud está mucho mejor ahora

Flexiono los brazos para resaltar su musculatura y le guiño un ojo a su hija

Sin saber muy bien que hacer Marella optó por dedicarle una sonrisa fingida

El rey bajo los brazos con una sonrisa a medias... Parecía no creer que quien tenía enfrente en ese momento era la menor de sus hijas.

- Marella

Repitió escaneando su rostro

Torció el gesto antes de responder

- ¿Majestad?

Hubo un silencio incómodo, durante el cual el rey la inspeccionó a detalle, causándole incomodidad.

-Me alegra mucho que su salud se haya mejorado notablemente, si me lo permite ahora tengo que...

Dijo mientras comenzaba a nadar  para alejarse

- Princesa, detente

Ordenó el rey con media sonrisa

Marella se sentía atrapada ahora. Se volvió para verlo y se encontró con su mano extendida

- Ven conmigo

Jamás había tocado físicamente a su padre, según sabía ni siquiera se digno a cargarla desde que nació... Algo dentro de ella se incomodaba bastante, pero por otra parte, sentía la curiosidad de su tacto.

Por primera vez.... Marella tocó la mano de su padre y el rey la de su hija.

No fue tan malo como imagino. Con una sonrisa el rey tiro de su mano y la ayudo a subir a la superficie

- Ven pequeña

Le dijo mientras salía del agua aún tomando su mano

Marella paso su mano libre sobre su pecho para cubrir un poco de su desnudes.

A voluntad cambio su aleta por piernas humanas al igual que su padre. La arena de la playa apenas se sentía caliente, el sol aún no estaba en su punto y su fuerza no se sentía tanto.

No caminaron gran distancia, casi de inmediato se encontraron una especie de cueva, no muy profunda e iluminada por un hueco de tamaño mediano en la parte superior que permitía la entrada de luz. Apoyado en las paredes de piedra habían dos estantes pequeños, y al rededor una especie de sofa con una tela fina sobre el.

Marella se lanzó casi corriendo para atraparla entre sus manos y cubrirse con ella. El rey parecía bastante cómodo con su desnudes.

- Soy tu padre

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