Capitulo 11

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Mauren seguía nadando de aquí para allá mientras hablaba de lo hermosa que había sido la noche junto al príncipe Adriát, de lo renovada y feliz que se sentía ahora que lo había encontrado... Todo esto mientras Marella seguía con la mirada perdida en la nada, pálida y confusa.

- ¿Mar?

Mauren se acercó lentamente y le puso ambas manos en los hombros

- ¿Esta todo bien?

Marella la miro como si recién despertara de un largo sueño

- ¿Qué?

Mauren se llevó ambas manos a la boca con un gesto de susto

- ¡No me digas que a ti también te gusta Adriát!

- ¡¿Qué?! ¡No!

Marella se levantó de la esponja y se quedó flotando en medio de ella habitación de coral con las manos cruzadas fijas a sus brazos, como si se estuviera consolando sola

Mauren se puso frente a ella con el rostro inclinado y sus grandes ojos curiosos buscando respuesta.

-¿Entonces que está mal? Puedes contarme lo que sea.

Marella se mordió los labios antes de hablar.

Ahora Mauren estaba en el mismo estado que su hermana menor. Miraba fijamente a la nada mientras su cerebro procesaba lo que Marella le acababa de contar.

- Entonces... El rey Kai Lir... ¿Era quien buscaba una esposa?

-No... Él vino a buscar una esposa para su hijo...

- Y te encontró a ti

Marella la miro con el entrecejo fruncido al verla sonreír como si de algo hermoso se tratara

- ¡¿No te das cuenta Marella?! ¡El rey de reyes se había resignado a su soledad y a su abandono... Entonces sin esperarte apareciste frente a él para sanar su soledad con tu compañía !

Mauren le acuno el rostro entre sus manos

- Eres su rayo de luz y esperanza

La abrazo contra su pecho

- La medicina para su pobre corazón gastado

Marella no sabía que decir, con cuidado se deshizo de los brazos de su hermana para confesarle

- Mauren... Yo no quiero casarme

-¿Por qué no?

Parecía que su hermana de verdad no lo entendía

- Es que yo... Esperaba que mi padre hiciera lo mismo que hizo contigo

Mauren se tenso y Marella supo que tenía que aclarar a qué se refería

- No declararme como doncella casadera

Mauren se relajo al instante

- Pero Marella... ¿Por qué querrías quedarte sola de por vida?

Bajo la mirada unos segundos y después volvió a mirarla

- Yo... Quería recorrer los mares y vivir aventuras como la de los libros que tenía mamá... Y... Pensé que tal vez en una de esas aventuras yo... Podría encontrar a alguien.

Mauren relajo los hombros y le dedico una mirada triste

- Lamento ser yo quien te diga esto Marella... Pero la vida no es un cuento de hadas o una historia llena de magia y ficción. Las responsabilidades en el mundo real pesan más que los sueños.

El corazón del mar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora