CAPÍTULO 6: Bipolar...

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CAPÍTULO 6:

Bipolar.


Miré mi hoja de examen una vez más para asegurarme de que todo estuviera bien, me levanté de mi asiento y se lo entregué a mi profesor, éste me concedió el permiso de poder salir antes del salón ya que había finalizado. Tomé mis cosas y me fui de allí, saqué mi celular del bolso para escribirle a Ethan que había salido antes de clases, recibí una llamada de mi madre antes de que pudiera enviárselo, últimamente estaba más encima de mí que nunca, se ponía paranoica si salía de noche, y quería que le avisara al llegar a cada lugar que fuera. Me preguntó sobre mi examen, le comenté que me había ido bastante bien, los resultados los entregaban la semana entrante y quedó más tranquila al saber eso. Me dijo que Ethan estaba en la casa, que le iba a avisar para que fuera a recogerme.

Me senté en un banco bajo el ombú que había frente al instituto, me puse mis auriculares y comencé a escuchar un poco de música mientras esperaba. Cuando visualicé su auto, me acerqué y me subí, se veía cansado a pesar de haber tenido dos días seguidos de descanso, lo saludé con un beso en la mejilla, sonrió en una fina línea sin dejar de verme.

—¿Cómo estás? —preguntó con más ánimo. La cara le había cambiado por completo apenas me vio.

—Bien, ¿A ti que te pasa? —pregunté algo preocupada, no podía pasar por alto esas enormes ojeras en su delicado rostro.

—No he logrado pegar un ojo en toda la noche, y la noche del sábado lo mismo —informó refregando sus ojos sin borrar su sonrisa, que aunque no mostrara sus dientes, me parecía linda igual. —He dormido algunas siestas de 2 horas, pero no son suficientes, estoy que me caigo muerto, enserio —me miró una vez más y dejó salir un suspiro aún sin dejar de sonreír. Ya no sabía qué cosa me preocupaba más, si el hecho de que no durmiera hace dos días, o que no dejara de verme y sonreír.

—¿Quieres que conduzca? No planeo morir el día de hoy —dije poniendo una gran cara de susto para divertirlo, él soltó una carcajada.

—No exageres, estoy bien —respondió poniéndose de lado para verme y recostando su cabeza en el respaldar de su asiento. —¿Te llevo a tu casa? —preguntó, negué levemente con la cabeza.

—Me gustaría ir a otro lugar, pero sí, primero vayamos a casa así me cambio de ropa —respondí mientras me abrochaba el cinturón de seguridad. No estaba segura sobre si era buena idea, pero planeaba ir con él a un lugar tranquilo, llevar algo de comida y permitir que él pudiera descansar un poco.

—Seguro.

Me bajé del auto luego de decirle que no demoraría mucho. Me puse un jean rasgado, doblé las partes de abajo hasta los tobillos, me puse mis championes de plataforma blancos, una blusa y un buzo fino de hilo color rosa pastel, tomé una colcha fina la guardé en mi bolso y salí. Al bajar me dirigí a la cocina, tomé una botella de refresco de la heladera, preparé unos sándwiches, guardé todo y salí de casa.

—Bien, ¿a dónde iremos? —preguntó.

—A pasar el mejor maldito día de tu vida —respondí causando una risa de su parte. —¿A dónde vas cuando necesitas paz? —pregunté, me miró pensando unos segundos, sonrió nuevamente y puso el auto en marcha. Sonreí contenta por ver que había podido cambiarle el humor.

Llegamos a un pequeño parque aislado que tenía un río, mucho césped al rededor, pocos árboles y el sol iluminaba todo el área, era perfecto. Saqué del bolso la colcha y la extendí en el césped, él soltó una pequeña risa y se agarró la cabeza, como si no pudiera creer lo que estaba viendo, no le hice caso, sólo me senté sobre la manta y saqué la comida.

JADE |•En Proceso•|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora