Capítulo 16

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"Doblar la apuesta"

Camino lo más rápido que puedo, a unos cuantos metros visualizo la comisaria donde Castillo interroga a Macarena. Largo un suspiro antes de entrar.

Llamo la atención de la primera persona que veo.

—Disculpe, ¿Puedo ver al inspector Castillo?

El hombre me mira de pies a cabeza y me dirige la palabra.

—¿Y tú eres...?

—________ Ayudé al inspector con la captura de Macarena Ferreiro

Aquel hombre duda por algunos segundos, pero al final, me guía a su despacho.

—Castillo —Lo llama—______ Dice que colaboró con el caso de Ferreiro

El inspector se da vuelta con cara de pocos amigos, me mira por un instante y suelta un suspiro agotado.

—Dejanos solos

El hombre asiente y se retira del lugar.

—¿Qué haces aquí, ______?

Doy algunos pasos hasta quedar frente a él, soy más alta así que debo bajar mi vista un poco. Veo que no está de ánimos para charlar.

—Escuché que interrogas a Macarena... ¿Te ha dicho algo? —Pregunto con simpleza, interesada en el tema

—¿A qué viene todo esto?, ¿No eras tú la principal protectora de la seguridad de esas dos?

Niego al instante.

—En realidad... He venido porque me interesa ayudarte en el caso. Zulema habló conmigo, sé dónde está en este momento

—En el centro de Madrid, ¿No te jode? Ambos sabemos lo mismo

Veo como Castillo se dirige a la puerta, cogeando e ingnorando mi presencia. Lo detengo.

—¿Sabe que es lo que planea hacer después de la fuga de Macarena?, tomará un avión directo a Suramérica, ¿No es increíble? Irá a follarse a un latino

El hombre da media vuelta y se acerca a mí, me mira desconfiado.

—¿Qué quieres?

—Zulema ha hecho una mala jugada conmigo, quiero que se arrepienta, y eso, sólo puedo lograrlo con su ayuda —Digo, apuntandolo con mi dedo indice y esperando una respuesta por su parte—Sé que Zulema le ha pedido el traslado de Macarena a Cruz del Norte, ¿Y si todo sale mal?, ¿Y si doblamos la apuesta?, quiero estar presente cuando le coloquen las esposas

El hombre rie estruendosamente, hay algo detras de su risa que no me transmite nada bueno.

—¿Qué acaso quieres infiltrarte como policía? Joder, que ocurrencias. No tengo motivos para ayudarte con tu "Venganza"—Dice haciendo comillas con sus dedos

—Si que lo tiene—Él frunce el entrecejo—Conozco el plan de Zulema a la perfección, lo que hará, cuando, cómo y por qué, lo que dirá, cómo lo dirá y con qué tono, lo sé todo, ¿No le vendría bien un poco de ayuda, inspector?

Y negando repetidas veces, el hombre me señala la salida, por donde prontamente me guiará para tomarme las medidas y conseguirme un nuevo uniforme con el logo de la ya famosa Cruz del Norte.

IrracionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora