Capítulo 17

1.2K 118 12
                                    

"Comienza la aventura"

—No sabes... Ese uniforme da comezón—Sonrio al escucharla reir en la línea

—Joder... Sabes que aún puedes dejar toda esta mierda, ¿Verdad?—Pregunta de repente, esta vez, con un tono más serio

—Te dije que te ayudaría, y lo haré, pase lo que pase

La escucho suspirar, es raro que Zulema se preocupe por algo que le beneficia.

Escuho la voz de Castillo acercandose.

—Ya te dejo, ¿Vale?, hablamos luego

Y al instante de colgar el móvil, veo al inspector abrir la puerta, me pide que lo siga con su mano, aún sin dejar de discutir con uno de los oficiales.

Entramos a una sala un poco oscura, llena de funcionarios, supongo, los encargados del traslado de Macarena.

—Bien, ahora que estamos todos, podemos comenzar —Avisa Castillo, se sienta en una de las sillas al rededor de una larga mesa, todos copiamos su acción—Mañana se realizará el traslado de Macarena Ferreiro, y todos aquí sabemos que Zulema Zahir no es confiable, nunca daría su libertad por una rubia pija como Macarena, algo trama

—¿Qué haremos al respecto?—Lo interrumpe una mujer, de aspecto inocente y amable

—Joderla—Responde sin más—______ conoce el plan de Zulema, ella nos ayudará con todo esto—Sin darme cuenta, mi pie se empieza a mover a velocidades inimaginables. Estoy nerviosa

—¿Y le daremos un arma a la reclusa como pidió Zulema? —Pregunta otro hombre

—Sí, lo haremos, pero esta no traera balas

Sin balas... Que truco viejo.

—Ahora, _______, ¿Quieres contarnos que hará Zulema?

Miro alarmada al inspector, mi cabeza en cuestión de segundos crea una historia creible, confiable y sobre todo, falsa. Mi cerebro nunca había trabajado de esa manera.

Al salir de aquella mini reunión, Castillo me acompañana a la salida.

Su móvil suena, y al verlo irse entre quejas y malas palabras, entro a su despacho lo más rápido que puedo, había visto su pistola encima de la mesa, le saco las balas a esta, tomo tres gominolas de un frasco de cristal que había por ahí, y tarareando Why de Sabrina Carpenter, salgo del lugar, debía informarle a Zulema lo que había oido minutos atrás.

...

Mi alarma suena y sin necesidad de quejarme la apago, había despertado hace más de media hora, los nervios no me dejaron dormir muy bien.

De un brinco salgo de la cama y me doy cuenta de que estoy más nerviosa de lo normal.

Estas haciendo algo ilegal coño, estás ayudando a una presa a fugarse.

Vaya vida la mia.

Alejo aquellos pensamientos de mi cabeza, refugiandome en un "Todo saldrá bien".

En un dos por tres ya estoy lista, con aquel uniforme de funcionario de prisión, coleta alta y pelos de punta. Agardezco que mis padres no esten en casa, quiero ahorrarme el interrogatorio.

Salgo de casa mientras le escribo a Zulema, no responde, lo cual hace que me ponga aún más nerviosa, si es que eso es posible.

Al llegar al lugar pactado con Castillo, veo a funcionarios de aquí para allá y de allá para acá, todos con algo en común: Nervios. No son los unicos.

Mis ojos visualizan a Macarena a lo lejos, siendo cacheada por Castillo.

El hombre se frota los ojos y le da el arma, ella, con esposas y todo la recibe confundida.

Veo a dos oficiales subirla al autobus del traslado, luego, escucho a Castillo alegar que es hora de marcharse. Tomo una bocanada de aire y me subo al autobus antes que el resto.

Macarena, sentada detrás de una reja me mira caminar hacia ella.

—Vaya, mira quien se a hecho poli, felicidades, tía

Ruedo los ojos.

Saco del bolsillo del pantalón las balas tomadas del arma de Castillo el día anterior.

—Toma, sé que la que te dieron no trae

Ella las recibe sin entender.

—¿Qué planeais Zulema y tú?, ¿Por qué de repente un traslado con todo y arma?

Y antes de poder responderle, otro de los funcionarios sube al autobus.

Le doy una ultima mirada a la chica rubia y voy a sentarme.

Comienza esta aventura.

IrracionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora