Irracional

Capítulo 20

"Irracional"

Es una fría mañana en España, las calles están llenas de neblina, pocas gotas de agua caen contra el cemento y el vidrio del taxi está empezando a empañarse.

Bajo de este e inconscientemente arreglo mi cabello, me trueno los dedos y tomo una bocanada de aire, a paso lento y acomodandome la chaqueta entro a aquel lugar donde te permiten verte con las personas cumpliendo condena en aquella cárcel, los Vis a Vis.

El alto funcionario me guía a mi asiento. Muevo mi pie nerviosa mientras miro a todas partes, esperando ver la cabellera negra de la que un juicio me separó.

Y la veo caminar como siempre, tranquila y paciente, con las manos dentro de su uniforme amarillo y con un nuevo corte de cabello, los dos mechones de en frente son más largos que el resto de su cabellera azabache.

Se sienta frente a mí, colocando ambas manos encima de la mesa y claro, con una sonrisa burlona en su rostro.

—Joder, y yo que no pensaba volverte a ver en mi puñetera vida...

Escucho su voz, fría y profunda, pero con una toque divertido, se ve animada aquí dentro, algo que nunca terminaré de entender.

—Más sin embargo aquí estoy—Ella rie, desviando de vez en cuando la mirada hacia la ventana—¿Cómo va la herida? —Pregunto, señalandole con el dedo su hombro

—¡Ah!, bastante bien, ya no duele

Asiento no muy convencida.

—Estoy esperando el juicio, ya sabes, por lo de la fuga y todo eso—Cambio de tema al momento

—¿Y qué le dirás al juez?

—La verdad, que intenté ayudarte con la fuga de Macarena, que me infiltré como poli para saber los planes de Castillo, que fuí yo la que te propuso contratar al hombre que mató a uno de los oficiales de policía, que yo...—Zulema me interrumpe riendo

—Vaya mierda... A ver, escuchame un momento—Dice, acercandose a mí y mirandome fijamente—No organicé esa maldita fuga tal cual como se la contaste a Castillo para que acabes diciendo la verdad frente a un juez y te caigan, si tienes suerte, 15 años—Dice tan rápidamente que sé, que si aparto la mirada un sólo segundo me perdería entre todo lo que habla—Vas a decirle a ese puñetero juez que siempre quisite colaborar con la policía, que no tuviste nada que ver con la fuga y que te subimos a ese coche a la fuerza, ¿Vale?

Largo un suspiro.

—No lo sé... ¿Y si me lo merezco? —Ella bufa

—Eres la persona que menos merece estar tras las rejas, que nunca se te olvide aquello—Ella aparta la mirada por algunos segundos, pero vuelve a mí—Joder, quiero que vuelvas a ser esa chica que sonreía por todo, que estudia economía sin entenderla, que olvida los dos euros para pagar la cuenta y que disfruta de cada día como si fuera el ultimo... Por favor

No me doy cuenta de cuando, pero una lagrima empieza a rebalar por mi mejilla, pronto estas se convertirían en más y más, hasta el punto de no poder parar de llorar.

Me levanto de la silla y ambas nos unimos en un abrazo de no más de 5 segundos.

—¡Eh!, ¡Separense!

Malditas reglas.

Zulema besa mi mejilla y camina hasta la entrada a la galería de la cárcel. Hago lo mismo hasta la salida de esta, sabiendo qué, no la volveré a ver en un largo rato.

Mi mente no deja de dar vueltas, tengo un nudo en la garganta y un dolor en el pecho que espero, desaparezcan pronto.

Es loco ver como la chica de la que te enamoraste de una manera un tanto irracional, está tras las rejas, pero era algo que sabía que pasaría, algo que nunca acepté.

Ahora mismo, sólo me importa volver a ser esa chica de la que Zulema habló, claro, con la diferencia de que ahora, siempre tendré un pequeñisisimo espacio en mí para esa mujer de ojos verdes.

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Fin :)

Gracias por todo, realmente.

Esta historia empezó siendo una manera con la que entretenerme, con la que dejar volar un ratito mi imaginación y desconectarme de todo, y de repente un montón de personitas empezaron a leer las tonterías que escribía, por lo cual les agradezco mucho, es lindo cuando alguien disfruta lo que haces <3.