Capítulo 7

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"¿La conoces?"

Ya en Barcelona, Macarena se las arregló para conseguir un hotel mientras decidimos donde quedarnos. Llevamos todas nuestras cosas con nosotras, después de todo, no tenemos donde dejarlas, igual no crean que traemos la gran cosa, ropa, zapatos, alguna que otra tontera y ya está.

Con el poco dinero que tenemos, se nos hará difícil encontrar un lugar.

Mientras tanto, en nuestro cuarto hay una t.v, en la que mantenemos más concentradas en Castillo que en nosotras mismas.

Gran fallo por su parte: Dejar que los medios sepan de su labor.

Y yo que lo creía inteligente...

...

Cuando mis padres regresaron a casa, estos encontraron sobre su cama las cosas que Zulema me habia devuelto.

Se dirigieron a mi habitación y me preguntaron quién habia sido el que tomo las cosas en un inicio.

No se me pasó por la cabeza mencionarla.

—Tatiana los habia tomado por equivocación, los confundio con los suyos

Pobre Tati, mis padres van a odiarla.

—¿Y los mil euros?, ¿También los confundió?

A lo mejor.

—No... Esos los tomé yo... Los necesitaba para algo de la uni y olvidé devolvertelos

Mis padres no acabaron de creerme, pero al menos estaban contentos con la idea de que su hija no fuera una ladrona.

Lástima que es una mentirosa.

...

No logré dormir con la idea de que al salir por mi maldito balcón, no podré ver a Zulema del otro lado.

Joder, esa tía me habia lavado el cerebro.

No mencionó a dónde fué, así que no puedo ni siquiera saber si compartimos el mismo horario.

Puede que siga en España, como puede que ahora este en China.

Es imposible saberlo.

Largué un suspiro y volví a la cama, tanto pensar me iba a dejar sin cerebro.

Cerré mis ojos e intente cosiliar el sueño.

Nada, no funcionó.

¿Qué hace la gente cuándo no puede dormir?.

Cuentan ovejas...

Ya, pero creo que a este paso en mi agotada imaginación acabaria matando a las pobres.

Toman leche tibia...

Me terminé la leche en el desayuno.

Demonios.

Será una larga noche.

...

A la mañana siguiente, después de dormir como 15 minutos, bajé a la cocina con cara de zombie a desayunar.

Cuando pasé por el living, ví a mis padres con un hombre mayor sentados en el sofa.

—_________, que bueno que despiertas, este hombre quiere hablar contigo

Confundida, me acerqué a ellos, me senté en la silla al frente suyo y espere a que hablara.

—Tus vecinos me han dicho que los ultimos días te han visto con la persona que buscamos —Soltó

Yo lo miré frunciendo el ceño.

El hombre colocó en la mesa que nos dividia la fotografía de Zulema.

Joder.

—¿La conoces?

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Estoy escribiendo esto a las 11:40 de la noche y me estoy muriendo de sueño.

Si escribí alguna estupidez, ya saben porque fue.

IrracionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora