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Hermione.

—Pansy… Pa-Pansy…

La muchacha no se detuvo pues captó la clara indecisión de sus palabras. Pansy siguió besándola, ahogando sus súplicas, sus ruegos y su vacilación.

La mente se le nublo entonces, sabía que lo que hacía estaba mal de todas las formas posibles pero no podía resistirse ni quería cortar el íntimo contacto; estaba mal, muy mal, pero ya tendría toda una vida para arrepentirse luego. Pansy era lo único que deseaba en ése momento. 

Sintió que unas manos la jalaban y ella se dejó llevar sin quejarse y sin atreverse a dejar de besar a Pansy. Entonces dos manos se ubicaron en su pecho y la empujaron, el brusco movimiento la tomó por sorpresa y ella solo atinó a cerrar los ojos, preparándose para el contacto contra el duro suelo.    

Para su sorpresa cayó contra algo blando, una cama, pero no tuvo tiempo de asombrarse pues Pansy se había subido encima de ella con velocidad felina. La miraba mientras le sonreía con (aparente) timidez, pero sus ojos no mentían, había una mezcla de malicia y deseo en su mirada que a Hermione no se le escapo.  

Una de sus manos subió hasta su cuello y lo apretó con suavidad, Hermione tragó saliva y se dejó hacer. Su mano bajo con dolorosa lentitud por su cuerpo hasta llegar al cuello de la camisa, entonces empezó a desabotonar uno a uno los botones de su camisa mientras clavaba sus ojos verdes en su rostro. Ya no sonreía con timidez, si no con notorio deseo.

La mente de Hermione se puso en blanco y todas las cosas que tenían rato girando en su cabeza se evaporaron. No le importaba ya que estuviera rompiendo las reglas éticas y morales del colegio o las propias. 

Pansy acabó por desabrochar por completo la camisa de Hermione y se la saco de un tirón para luego colocar las manos entre su torso desnudo y volver a besarla. Esta vez con más intensidad, sin andarse con rodeos ni jugueteos; la deseaba.

La deseaba tanto como Hermione a ella. 

Hermione puso sus manos en el cuello de la camisa de Pansy y la abrió de un tirón, rompiendo todos los botones en el proceso. Su lado racional había sido vencido por completo y ahora la dominaba (también) un profundo deseo de poseer a la muchacha que tenía encima. Tenía intención de levantarse y ocupar su lugar, pero Pansy previo todo movimiento y le sujeto las muñecas con fuerza mientras mordía su labio inferior. 

—Me toca a mí—susurró contra su boca.

Bajo con lentitud por su mandíbula y cuello, dejando besos a su paso, hasta que llego a su pecho y beso el nacimiento de sus senos. Hermione sintió como si una descarga eléctrica le recorriera toda la espina dorsal y bajo su vista hacia Pansy quién sonreía satisfecha.

Pansy colocó sus manos en la espalda de Hermione y desabrochó su brasier, dejando (al fin) su pecho desnudo. No perdió el tiempo y se lanzó hacía ellos, lamiendo uno con boca y acariciando el otro con su mano. Hermione gimió con suavidad y cerró los ojos…

Entonces otra descarga eléctrica le recorrió el cuerpo,  la rodilla de Pansy estaba en su entrepierna y Hermione gimió con fuerza. Bajo la mirada y se encontró con los ojos de Pansy examinándola con atención, Hermione volvió a tragar saliva y Pansy sonrió satisfecha.

Sus siguientes movimientos fueron más y más atrevidos, hasta que Pansy no aguanto más y le arrebató el apretado pantalón de tela a Hermione. Y se quedó de un palmo, contemplando anonadada la vista que tenía al frente y (a Hermione la parecía así) sin atreverse a continuar. 

—¿Me toca a mí ahora, entonces?

Los ojos de Pansy se clavaron en los suyos. La muchacha examinó su rostro por unos segundos hasta que recobró su motivación y su expresión traviesa. Se acercó lentamente a su rostro y la beso con suavidad.

Siempre | Pansmione |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora