Jin no fukkatsu - ジンの復活 (El Regreso De Gin)

16. El Secreto Es La Felicidad

-¿tus padres? - pregunto asustando.

-si... Vendrán por el fin de semana y de hecho quieren que aparte una excursión - solté rápidamente y con un tono especial para restarle importancia.

No dijo nada, supongo que lo había tomado por sorpresa; pese a que podría decir que lo conocía tan bien, en ocasiones su mente parecía inescrutable.

-¿les contaras TODO? -pregunto, ya estábamos por llegar a su casa, un metro más.

-mmm... Aún no estoy segura - respondí después de pensarlo-, quizás no, no creo que se crean la historia real, pero quizá si puedo contarles una parte.

Volvió a guardar silencio y cuando ya estábamos por entrar al jardín, dijo:

-diles que soy ese amigo que se mudó, después de todo no es como tal una mentira - me aconsejo.

Asentí con la cabeza y llegamos a la puerta, ya estaba abierta, así que al pasar la habitual campana nos recibió. Sakura alzó la mirada cuando nos escucho y sonrió ampliamente al vernos.

-buenos días - saludo y yo respondí de la misma forma y con una inclinación.

Kin se acercó a su madre y le dio un beso en la mejilla.

-Buenos días--le dijo.

-¿se han encontrado para el desayuno? - pregunto su madre curiosa, al ver que yo llevaba la cesta de comida.

Por un momento entre en pánico y luego recordé que lo tenía planeado así que respondí:

-fui a dejar una ofrenda de agradecimiento y he visto a Kin en el arco cuando llegue - explique con tono natural.

Sakura miró a su hijo, como cuestionando mi veracidad. Las madres son muy intuitivas...

-yo también le pregunté para que era la cesta - respondió Kin a la pregunta silenciosa de su madre, mientras se encogia de hombros para restarle importancia. - ¿hay algo para desayunar? , muero de hambre

Lógicamente, ya había desayunado conmigo, pero si había salido de casa sin comer nada como yo, seguro debería haber vuelto con hambre. Su madre le dijo, que le había dejado un poco de arroz para el. Kin asiento con la cabeza y se dirigió a la cocina. Al pasar a mi lado, me guiño el ojo.

-¿y que haremos hoy? - pregunté para no perderme en la emoción que me dio ese guiño.

-pues hoy no hay nada programado así que será un día de descanso prácticamente - explicó Sakura. - aunque mañana viernes tenemos 2 excursiones, quizá planeemos eso hoy.

-de acuerdo...- acepte y aprovechando el momento añadi- mis padres vienen por el fin de semana y quieren ver donde trabajo, ¿podría apartarles una excursión el domingo?

-¡por supuesto! ¿Quieren algúna excursión en particular? - pregunto emocionada. En ese estado, se veía aún más joven, debería preguntarle a Kin cuántos años tiene.

-la verdad no lo había pensado - confesé.

-bueno, podemos ofrecerle el paquete con fogata, ese sería a las 7 de la noche - me recomendó - en ese podrías mosrtarales que tan buena eres para contar historias y para guiarlos.

Lo pensé un momento, no sonaba mal y me daría la oportunidad de presentarles a Kin.

-me parece perfecto, les avisaré y les diré el precio - respondí alegre.

-no, no, no, la casa invita, después de todo te volviste una excelente e importante persona para nosotros - ahora veo de donde saco Kin lo amable. Tanto el como su madre irradiaban paz.

Le agradecí e insistí por un rato en que debía pagar, pero Sakura era terca, así que no tuve más remedio que aceptar. Después de eso, me invitó a pasar a su pequeña y acogedora sala, en lo que llegaba el señor Hayashi, para poder planear el día de mañana.

No pude hablar con Kin tan bien, tenía que aparentar pero si pude preguntar por su madre.

-puedo hacer una pregunta, quizá no me incumbe pero me intriga bastante - explique antes de preguntar.

-adelante - dijo Kin, aún comía arroz.

-¿Cuántos años tiene tu madre? - solté de la forma más sutil que se me ocurrió.

-mmm... Tiene 38, pronto cumplirá los 39 - respondió después de hacer cálculos mentales - y mi padre tiene, 40 en unos meses más cumplirá 41.

-no es verdad - dije sosprendida.

-lo digo enserio - reafirmó.

-esque... Se ven tan jóvenes - dije sin poder ocultar mi rostro y voz sospredidos.

-el secreto es la felicidad - respondió Sakura, al parecer nos había oído y ahora se acercaba a nosotros.

Se sentó delante de nosotros y nos miró con una sonrisa.

-dicen que la fuente de la eterna juventud es la felicidad y quizá sea cierto - comenzó a contarnos- no es la primera vez que nos dicen que nos vemos más jóvenes de lo que somos, pero algo que he comprobado es que cuanto más feliz seas más hermoso eres.

>> Recuerdo que mi madre, tardó mucho en embejecer porque la mayor parte de su tiempo la pasaba riendo y dándonos amor a mi hermana y a mi - siguió aún con su sonrisa, incluso se amplió más - vivía cada día como si fuera el último y amo mucho a mi padre, incluso cuando él murió siguió siendo esa mujer feliz de la que él se enamoro.

-siento mucho lo de su padre - dije un poco apenada por preguntar su edad.

-no te preocupes, es un bello recuerdo, además hay que seguír - respondió sin perder su sonrisa que tanto la caracteriza.

Sentí que quería decir algo más o quizá había un mensaje en todo esto, o talvez yo ya estaba paranoica.

-... yo siento lo de Gin...