-Hotaru, llegaste.
-si, abuelo - respondí alegre.
-¿qué tal el viaje en tren? - pregunto mientras entrábamos en su casa.
No había cambiado en nada en los ulmos años.
-igual que siempre - respondí un poco distraída.
-espero no hayas olvidado nada - dijo, la voz de mi abuelo cada año se hacía más grave como si también envejeciera.
Me reí un poco por lo que dijo.
-mamá me dijo lo mismo antes de salir de casa - dije aún riendo.
-sabemos que eres muy distraída, Hotaru - comentó riendo mi abuelo.
Habían pasado 3 años y tal como le había dicho a Gin, al terminar la escuela hace unos días, vine a buscar trabajo. Mi madre se mostró muy sorprendida pero, al final sabía que amaba estar donde él abuelo, así que aceptó.
Volvería para las fiestas a Yokohama o quizá mi madre vendría, aún no lo decidía pero, sin duda no me alejaría mucho tiempo de aquí.
Desempaque mis cosas y me senté a comer con mis abuelos.
-Hotaru, come un poco más de arroz - me dijo mi abuela cuando terminaba mi primer plato.
Tenía la boca llena así que solo moví la cabeza, había olvidalo lo que era comer con los abuelos de esta forma. Los últimos veranos, pese a que seguí viniendo a visitarlos, no podía disfrutar igual pero, este año comenzaba mi nueva vida. Mañana buscaría trabajo y así empezaría otra etapa, aquí tan cerca de él.
Después de la comida, fui a la habitación que mi abuelo me preparo, era la misma donde mis padres y yo nos quedábamos cada año, pero esta vez agregaron una cama y un mueble más. Los cajones flotantes (como les llamaba yo, por estar suspendidos cerca del techo), seguían en el mismo lugar y sabía que su contenido seguía siendo el mismo: la mascara de Gin y la bufanda que le di un verano antes de nuestro último día juntos.
Tres años atrás...
No estaba segura de querer volver al bosque pero, antes de que lo pensara ya estaba en el sendero a punto de llegar al arco, a nuestro lugar de encuentro. No supe como llegué ahí, quizá mi corazón aún creía que si volvía, Gin me estaría esperando como cada día de cada verano.
Estuve a nada de romper en llanto cuando caí en la cuenta de que ya no me esperaría más, cuando al ver el arco no estaba ahí.
-Niña, sabía que volverías - dijo una voz en cuanto puse un pie en las escaleras.
-¿Gin? - pregunté esperanzada.
En respuesta, de la sombra del bosque salió un Youkai, el mismo que me había tratado de asustar cuando tenía 6 años, el de la forma de zorro.
-todos esperamos que vuelva, también. - dijo mientras se sentaba a un par de metros de mi.
-creí que estarían molestos conmigo - comente, temblando un poco.
-vimos lo que pasó y anoche te lo dijimos, queríamos que Gin se quedara con nosotros siempre pero el deseaba poder tocar a un humano - explicó el Youkai - de hecho, gracias. Tu lo hiciste muy feliz incluso es sus últimos momentos.
Podía sentir mis lágrimas caer y aunque quería ir corriendo a abrazar al zorro, había aprendido lo suficiente como para contener ese impulso. El zorro lo noto.
-eres bienvenida cuando quieras entre nosotros, no somos Gin pero podemos darte consuelo - dijo.
-gracias... No estoy segura de volver por un tiempo - confesé limpiando mis lágrimas.
-lo sabemos, aún así, serás bienvenida siempre.
Hubo una pausa en la que se oyó el murmullo del bosque, tantos recuerdos había en este lugar que apuesto que para los Youkai sería peor estar aquí.
-toma... - dijo el zorro-Youkai, mientras con el hocico sostenia una bolsa de plástico transparente con algo perfectamente doblado, dentro.
La tomé con delicadeza, evitando acercarme demasiado al Youkai. Cuando la tuve en mis manos, la reconocí inmediato.
-la uso todo el otoño e invierno, del año en que se lo diste, lo aprecio mucho - explicó el zorro.
-gracias... - dije entre lágrimas, no se me ocurrió que otra cosa más podía decir.
-cuidate niña - se despidió el Youkai y se perdió en el bosque de nuevo.
-adiós, Hotaru... -se despidieron varias voces, los demás Youkai.
Habían escuchado todo y ahora también se despedían, no estaba segura de volver a algún día, a pesar de ello, dije:
-Nos vemos...
Actualmente.
Desde aquel día no había abierto ese cajón, pero ahora que incluso había dejado el dolor atrás, aunque no del todo, sentía que debía abrirlo. Y así lo hice.
La máscara tenía una capa de polvo; por otro lado, la bufanda estaba intacta dentro de su bolsa. Tomé la máscara entre mis manos y la mire unos segundos; el recuerdo del día que se la quite cuando estábamos en el claro y luego se la coloque violentamente, salto a mi mente. Sonreí por ello, la sonrisa se volvió una triste al recordar cuando el me la puso para poder darme un beso en la mejilla.
Quizá ya no dolía como antes pero, los recuerdos y las emociones que venían con ellos, aún seguían presentes. Le prometi que no lo olvidaría y esa era una promesa que mantendría siempre.
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Jin no fukkatsu - ジンの復活 (El Regreso De Gin)
FanfictionHan pasado 3 largos años, en los que no pude desear la llegada del verano sin sentir que se rompía mi corazón. Aún recuerdo el primer día que lo vi, recuerdo cada verano después de ese y aunque me duela también recuerdo el día que desapareció. Al...