Jin no fukkatsu - ジンの復活 (El Regreso De Gin)

14. ¿Fue Real?

El tiempo se detuvo y yo solo podía pensar que esto durará por siempre.

Olvide cuanto tiempo hasta que la alarma de mi reloj sono, eran las 9 y tendría que llegar a casa pronto para que mis abuelos no se preocuparan pero, yo no quería irme.

-¿tienes que irte? - pregunto Kin.

-si, pero no quiero - respondí aún en sus brazos.- aunque si no llego preocupare a mis abuelos.

Me di unos minutos más de indecisión y después me levante. Caminamos en silencio, él aún llevaba la máscara puesta y las manos dentro de los bolsillos del pantalón. El recuerdo de mi primer día trabajando aparecío en mi mete. En ese momento no me di cuenta de la similitud pero ahora vi algo más en Kin, desde que lo conocí tenía actitudes de Gin y no lo había notado: era amable, relajado y tranquilo.

-¿qué? - pregunto al notar mi mirada sobre él.

-me preguntaba qué tanto de Gin tenías antes de recordar todo - respondí mirándolo.

Guardo silencio y yo creí que no respondería, quizá era lo mejor.

-la verdad siempre fui yo, solo que me había perdido - respondió pasado el rato. - recuerdo mi vida anterior y recuerdo esta, si las comparó no ha cambiado mucho y me alegra.

Debía ser complicado haberse sentido perdido tanto tiempo. Seguimos el camino que ambos sabíamos de memoria, no tardamos tanto como espere en llegar al arco. Me detuve al pie de las escaleras y lo pensé un poco.

-¿qué sucede? - me pregunto mientras se detenía a mi lado.

-¿qué pasa si estoy soñando? - pregunté con la voz temblorosa, me aterraba la idea de que al día siguiente todo lo que paso hoy solo haya sido producto de mi imaginación.

Me miró por un segundo, como descifrando mis pensamientos.

-si esto es un sueño, ahora sabrás todo y podrás al despertar venir por mi, yo siempre te espero aquí, recordándote o no - me consoló.

Lo pensé un poco y después continúe caminando. El también siguió adelante, los caminos parecían más cortos ahora que quería que fueran más largos.
Antes de pensar alguna otra cosa más, ya estábamos detrás de su casa. Nos detuvimos justo a la sobra de los árboles, con la esperanza de que no nos vieran sus padres.

-ten... - me dijo dándome la máscara - te la había regalado, quiero que aun la conserves.

Asentí y la tomé, la abrace como siempre.

-mañana - dije de la nada.

-¿qué? - pregunto confundido.

-te veo mañana, en el arco, desayunemos ahí, hay mucho de que hablar aún - le explique mas firmé. - y si es un sueño, aún así te veré ahí.

Me sonrió y ladeo la cabeza, dijo que si. Espere a que entrará en su casa para yo irme.
Lo que pasó después no lo recuerdo bien, se que recorrí el camino y en lugar de cenar con mis abuelos, me fui a acostar aún abrazando la máscara de Gin, pero los detalles si es que los había, los perdí. Como cuando olvidas lo que no es relevante en tu sueño, me asustó mucho eso, ¿y si realmente lo había soñado todo?

A la mañana siguiente, desperté por el sonido de la alarma, al parecer la había programado inconscientemente. Después de ducharme y arreglarme salí de la habitación y camine a la cocina. Tenía que preparar el desayuno para Kin y para mi...

-¿a dónde tan temprano? - pregunto mi abuela a mis espaldas, también hiba despertando.

Mi abuelo aún seguía dormido, aunque no por mucho.

-ah, la familia Hayashi me invitó a un picnic, es como mi bienvenida - mentí sin pensar.

-¿tan temprano? - volvió a preguntar mi abuela, me ayudó a meter unos bocadillos a una canasta.

-si, esque más tarde tenemos clientes - volví a mentir, bueno más o menos.

-esta bien, que no te hagan llegar tan tarde como ayer - aceptó finalmente mi abuela.

-ayer tuvimos una excursión muy larga y después planeamos todo lo de hoy - le explique con mentiras, quizá en algún momento les contaría la verdad pero no ahora.

-de acuerdo - dijo y luego pareció haber memoria - ¡ah! Tu madre llamó, dijo que vendría el fin de semana, llega el sábado por la mañana. - asentí emocionada -, y quiere que le apartes una excursión en tu trabajo.

-¿de verdad? - pregunté sorprendida, mi madre no era muy buena en el exterior, así que sorprendía mucho que me pidiera algo así.

Mi abuela me lo confirmó, y tras ayudarme a terminar de preparar la canasta de picnic, me acompañó a la puerta para desearme buen camino.

En el camino fui haciendo memoria de cuando llegue a casa, al parecer no había cenado y me había ido a dormir en cuanto llegue, programe la alarma y deje que el peso de la máscara sobre mi pecho me ayudara a dormir. No me había perdido de mucho entonces.

Llegué a la cabaña Hayashi y aún estaba cerrada, era muy temprano aún. Tenía la sensación insistente de que quizá ayer había sido un sueño, pero tenía la esperanza de que al llegar al arco vería a Kin, así que seguí caminado.

Golpeaba inconscientemente la canasta con las rodillas, a cada paso me sentía más feliz y entusiasta. Seguro me sentía así, porque todo fue real...