Odiarte Nunca Ha Sido Fácil

LOS SENTIMIENTOS FILTRADOS EN TUS OJOS

Los dos tomaron asiento en el centro del estudio. Alrededor de ellos los muebles y adornos rotos yacían desperdigados en el suelo.
Las tazas de té humeaban despidiendo aquel aroma fresco y dulzón que impregnaba la habitación junto con el silencio que parecía eterno.
Cada acción desde que el albino acepto tomar té había sido hecha en total y completo silencio.
Y ahora ambos se encontraban sentados en el suelo sin siquiera mirarse.

El castaño fue el primero en tomar la taza frente a él, y pareciendo muy tranquilo la acercó a sus labios para entibiarla.
Así, aún que parecía que Xie Lian estaba completamente concentrado en su té, seguía pensando como abordar el tema sin sonar entrometido.

¡Y definitivamente no sería cosa fácil!

Si Mu Qing se estaba comportado de esa forma tan destructiva, la situación tal vez había sido delicada para él, es decir, ya era difícil que Mu Qing hablara de algo, sería doblemente difícil lograr que hablaran de este tema.

Alejo la taza y se aclaró la garganta, para iniciar plática cuando lo voz de Mu Qing sonó en el eco de la habitación.

- ¿Alteza, que hace en la capital celestial?

- ¡Oh! Eso es porque tengo un encargo...haha. Originalmente había venido a hablar con Ling Wen para pedir información sobre algo.

Mu Qing sostuvo la taza cerca de sus labios y aspiro pareciendo pensativo.

- Ya veo.

Para este punto Xie Lian se sintió un poco más confiado, se enderezó más y dejó la taza frente a él para  preguntar directamente.

- Mu Qing .... ¿Sucedió algo?

El albino lo miro alejando la pequeña taza de sus labios. Sus pálidas manos acariciaron el recipiente cuando volvió la mirada a su contenido y hablo con tono ilegible.

- ¿De quién escucho que no había salido hace unos días?

- Bueno, yo solo iba pasando y lo escuché, pero no vi exactamente quién era...

El castaño tragó pesado, bien, tal vez estaba omitiendo algunos detalles, pero es que temía la reacción que Mu Qing podría tener.
Realmente había ido a hablar con Ling Wen, pero el asunto de escuchar que no había salido, era completamente diferente a como lo contó.

Por supuesto, el peliblanco enarcó una ceja y esbozó una sonrisa incredula, no lo miro, y tampoco hablo, sin embargo no hizo falta.
Xie Lian casi pudo escuchar su voz diciendo un "No te creo". Puso su puño en sus labios y se aclaró la garganta.

- Escuché que tuviste que descender recientemente por un problema que originalmente estaba en el territorio sureste... Así que, me imagino que Feng Xin te ayudo ¿No es así?

Mu Qing se mantuvo en silencio.

- ¿Eh? ¿Entonces trabajaron juntos?

Tan pronto como esa nueva pregunta fue hecha, Mu Qing salió de su estupor y se exaltó, mirandolo con el ceño fruncido.

No trabajaron juntos.
¡Apenas soportaban estar en el mismo lugar!
¡Por Dios!
Los conocía de hace tanto tiempo y ¿Aún se atrevía a preguntar si habían trabajado juntos?

- ¡Para nada! Él no hizo nada más que meterme en problemas y luego lastimarme con sus malditas flechas mal dirigidas!

Xie Lian esperaba una respuesta de ese tipo, unas cuantas quejas y simplemente un "No trabajamos en equipo".
Lo que no había esperado, era escuchar que Feng Xin  lanzó una flecha mal dirigida.

¡Eso era algo impensable!
Sería más fácil creer que realmente queria herirlo y simplemente negó sus verdaderas intenciones.
Y aún así al pensarlo dos veces las dos opciones resultaban improbables.