¿Indiferencia?

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La figura de rojo cruzó la sala para tomar al castaño en sus brazos. Ignorando completamente la presencia del otro.
Xie Lian sintió que su incomodidad brotaba calentando su rostro. Hua Cheng siempre era tan directo que no podía evitar sentirse abrumado por su honestidad hacia los demás.
Recitó la contraseña de la red espiritual en su mente y hablo con nerviosismo.

- Ah... Sang Lan... Porfavor... Por ahora no seas tan directo con tus palabras...

Las comisuras de los labios del rey demonio se curvaron cuando respondió obedientemente.

- Si eso es lo que Gege quiere...

Dicho esto lo volvió a acomodar en sus brazos y guardo silencio.
Por un momento Xie Lian temió haber dicho las palabras incorrectas. Tuvo el presentimiento de hablar con un pequeño niño que planeaba una gran travesura.

Estaba dudando mucho que aceptara simplemente no molestar a Feng Xin teniendo la oportunidad perfecta para hacerlo.

¡Casi pudo ver la sonrisa en los ojos de Hua Cheng... No, de hecho, podía escuchar la risa de Hua Cheng en su cabeza!
Pero justo ahora la mirada del moreno lo incomodaba más que ese pensamiento, por lo que se obligó a dejar el asunto a un lado y prestar atención a su amigo. Se enderezó un poco dentro del abrazo de Hua Cheng.

Feng Xin miró la escena que lo excluía silenciosamente de ellos. Los gestos, los movimientos, las miradas...

Ambos se dedicaban esa mirada que contenía algo único. Estaba ahí, para nada discreto, notándose sin necesidad de palabras.

Esto no lo hacía sentir mejor.

Este ambiente que el veía desde fuera, solo aumentaba su inconformidad. De hecho ahora se sentía más insatisfecho.

Desvío la mirada para concentrarse, este no era el motivo por el que estaba ahí. Repasó la pregunta del castaño poniendo más atención.
Frunció el ceño. Recordarlo revivía la muy conocida sensación de enojo que le provocaba el peliblanco, respondiendo entre dientes, contenido su furia.

- Él es tan... Insoportable... No pude quedarme callado y también comencé a atacarlo... Dijimos cosas horribles... Otra vez...

Se quedó en silencio un momento más antes de continuar. Su voz adquirió los matices del remordimiento que intentaba hacer menos obvio al bajar la voz. Xie Lian lo miró con más tristeza.

- En especial yo... Lo herí...
No sé porque las cosas son así siempre.

- Me pregunto ¿Por qué será...?

Xie Lian sintió que debía prepararse para un detener alguna pelea inminente al ver el rostro de Feng Xin.
Las venas en su frente saltaron, manteniéndose en un silencio que denotaba peligro, sus ojos se desviaron hacia él con fastidio.
Su expresión sombría, como un cielo ahogado por nubes negras.

Nadie dijo nada y parecía al menos Feng Xin no tenía intenciones de dialogar pacíficamente, daba la impresión estar considerando matarlo.
El silencio de Hua Cheng duró apenas unos segundos, sin dar tiempo a que el ambiente denso se asentara por completo, su voz sonó cantarinamente y con una gran sonrisa miró a Xie Lian.

- Me pregunto ¿Por qué será que amo tanto a Gege?

Ahora Xie Lian podría estallar en cualquier momento, como si toda la sangre en su cuerpo hubiera ido a dar a su rostro ruborizado.
El dijo por la red espiritual.

- San Laaaang... ¡Ah...!

- Gege, no le dije nada ofensivo esta vez ¿Que está mal ahora?

Xie Lian respiró muy hondo, mirándolo como si le gritara silenciosamente.
¡Es obvio que sabes qué está mal!

Odiarte Nunca Ha Sido FácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora