❝Cuanto más perfecto luzca uno por fuera, más demonios tiene adentro❞
- Al fin apareces - abraza Ángela a una de las personas más importantes para ella - no tenerte una semana en clase fue bastante extraño, ademas ya no nos dejan sentarnos juntos.
- Te extrañe - habla Manuel sentándose en el sofá al lado de ella - ¿te metiste en muchos líos? - pregunta deseando que la respuesta sea no.
- No, solo discutí verbalmente con alguno que otro - apoya la cabeza en el hombro del chico.
- Bueno, por lo menos no te cagaste a piñas con alguien - acaricia el pelo de la chica.
- Ya se, se me hizo dificilisimo - esta última semana America se había vuelto más pesada que de normal, intentaba llamar la atención de Mateo Palacios y para Ángela todo lo que ella hacía era ridículo y no le gustaba nada y menos si para llamar su atención contaba en meterse con ella.
- Bueno, pero ya llegó Manucho y te invita a un helado - Ángela se levanta y espera a que su amigo repita la acción - por cierto cenaré con Mateo - habla su amigo rápido.
-¿Porque? - pregunta Ángela sorprendida.
- Es bueno el pibe y estuve hablando con el toda la semana - los dos salen de casa se la morocha y caminan hacia la plaza donde vendian helados.
- Será bueno con vos, porque conmigo no lo es - ¿porque a la chica le caía tan mal el morocho si no le hizo nada? Ni ella lo sabía, pero, ¿nunca tuvieron un presentimiento de que una persona les caía mal sin conocerla porque les daba mala espina? Pues ella lo tenía.
- Ángela si ni siquiera hablaste con el - la chica estaba a punto de reprochar - discutir sobre idioteces no es hablar - ambos se sentaron en la mesa esperando a que alguien les atienda.
- Eh sos la wacha de la otra vez - el mismo niño que casi le da con la pelota a Ángela estaba en frente de ella con la boca llena de chocolate - ¿te acordás de mi? - el brillito que se le hizo en los ojos le dio ternura a Ángela, Manuel no entendía nada.
- Claro que si, ¿Emi no? - la chica era buena para los nombres y las caras por eso no se olvidó de eso.
- Sii - exclamó feliz el niño.
- Ven te limpio la cara - Ángela saca de su riñonera un pañuelo húmedo y se lo pasa por la cara al niño.
- Ángela, ni te veía como madre hasta ahora. - habla Manuel mirando al chico.
- ¿Es tu novio? - pregunta el niño mirando a ambos.
- ¿Emi que haces? No te metas en conversaciones ajenas - aparece el padre del niño.
- Mira papá es la chica de la última vez- Pedro coge a su hijo de 4 años y sonríe a ambos adolescentes.
- Es verdad, ¿qué tal Ángela? - la chica alza los hombros con una sonrisa.
- ¿Cuántos años tenes? - pregunta de nuevo el niño.
- Quince - habla la morena - ¿y tu? - le hace una seña Ángela a Manuel de que se levante.
- Yo cuatro - hace un cuatro con su manita - tienes la misma edad que mi hermano, ¿tu también tienes quince? - le habla a Manuel y este asiente.
Ángela y Manuel deciden acompañar a ambos un poco cerca de la boca para así además dar un paseo. Ángela estaba con Emi de la mano mientras que detrás iban Manuel y Pedro hablando de cualquier cosa.
Manuel decide acompañar a Ángela a casa, ya era demasiado tarde, al llegar se despiden ya que el chico cenaba con su amigo.
- Mateo- habla el niño cuando llega a casa y encuentra a su hermano en su cuarto - Vi a la chica de la otra vez y tiene la misma edad que vos - el mayor deja el celular en la mesita y le hace una seña a su pequeño hermano para que se siente con el en la cama -tienes que conocerla, nos acompaño casi hasta casa - Mateo sonreía feliz mirando como estaba de emocionado el pequeño.
- Algún día me la presentas - el asiente- vamos abajo a molestar al peligroso - los dos bajaron y se pusieron a jugar los tres. Pedro estaba feliz, sus hijos se llevaban bien.
Los tres se pusieron a rapear, Emi no era perfecto pero lo intentaba y Mateo y su padre se picaban uno al otro.
La puerta de la casa Palacios suena y Mateo va a abrirla en busca de su amigo.
- Manuel ¿que onda con las mini vacaciones? - se dan un pequeño abrazo.
- Un poco raras - ambos pasan y los dos restantes miran extrañados al chico que acababa de entrar.
- Mateo ese es el novio de la chica linda que te dije - habla el niño y se ríe.
- No sabía que tenías novia - le habla el morocho al castaño.
- No la tengo - los chicos le cuentan a Mateo porque se conocen pero sin dar detalles de la chica que para Mateo era misteriosa, o eso creía.
Por otra parte estaba Ángela en su casa, para ser exactos su habitación, hoy no quería cenar, no después de discutir con sus padres.
Cualquiera que la vea fuera de casa pensaría que era una niña de papá, y por una parte lo era, ya que el esta dispuesto a darle todo, todo menos atención, lo único que ella quiere, pero como dice el dicho siempre queremos lo que no podemos, para ella ya era difícil que sus padres le dieran atención pero ella lo intentaba, por eso la discusión de hace media hora en la cual había terminado llorando en su cama.
- Esto es un asco... - se repetía una y otra vez - soy un asco...
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𝐂𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐦𝐚𝐥𝐨 || Trueno
Novela Juvenil- 𝐂𝐨𝐧𝐦𝐢𝐠𝐨 𝐧𝐨 𝐭𝐞 𝐡𝐚𝐠𝐚𝐬 𝐞𝐥 𝐩𝐢𝐨𝐥𝐚 𝐰𝐚𝐜𝐡𝐨 - - 𝐌𝐞 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐚𝐬 𝐚𝐬𝐢́ 𝐩𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐪𝐮𝐢𝐭𝐞 𝐞𝐥 𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐚 𝐦𝐚𝐥𝐚 𝐪𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐚 - Empezada 20/5/20