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SungGyu despertó, adolorido. 

Apretó sus labios, confundido por no saber dónde se hallaba producto de la desorientación del sueño, y frotó sus ojos reconociendo el vagón donde todo el mundo dormía. Tomó un suéter, abrigándose mientras se ponía de pie para salir del lugar, queriendo despejarse porque se sentía extraño y perdido y triste.  Se sentía demasiado triste y quería llorar, pero no sabía por qué. 

Aunque no fue una buena idea salir, por supuesto. 

―Mami. 

Se volteó, viendo a JiYong, delgado y pálido, sentado alrededor del fuego que mantenían encendido en todo momento para poder tener algo de calor durante las comidas. Su sonrisa, por supuesto, era hermosa, era feliz, contenta, y llena de un infinito amor que algo pareció romperse en su interior. 

―¿Qué ocurre, mi vida? ―preguntó JiYong ajeno a él, sosteniendo en sus brazos a SeungJi. 

El pequeño, por supuesto, también estaba feliz, sonriendo, mientras sus manitos se cerraban alrededor de la ropa de JiYong y frotaba su cabecita contra el cuello de su mamá. 

Se vio a sí mismo catorce años atrás, sosteniendo a SungJong contra su pecho, el bebé sonriéndole, mostrando sus dientecitos en crecimiento, queriendo ser impregnado por su aroma, y el dolor en su corazón estalló otra vez. 

―Te estanieeeeee muuuuuchioooooo ―canturreó SeungJi para luego comenzar a reír cuando JiYong le hizo cosquillas en el estómago. 

SungGyu tropezó, sus ojos llenos de lágrimas. 

JiYong se volteó ante el ruido repentino, pero SungGyu se obligó a bajar la vista, fingiendo estar recogiendo algo para poder limpiar su rostro. No podía quebrarse, no podía derrumbarse frente al mundo, no podía permitirse que todos supieran que, en el fondo, a pesar de que no necesitara a un alfa, si necesitaba a su bebé en sus brazos aunque hubieran pasado catorce años. 

SungGyu tenía que seguir aguantando por mucho que doliera. 

―Tío Gyuuuuuu ―llamó SeungJi. 

Tragó el nudo en su garganta, levantando la vista para componer una sonrisa en su rostro. 

―Hola SeungJi ―saludó acercándose, inclinando su cabeza hacia JiYong―. Hola, JiYong. 

El omega le observó en helado silencio. 

―Deberían ir a dormir ―dijo SungGyu con amabilidad―, ya es tarde y– 

―Estoy esperando a SeungHyun ―le interrumpió JiYong bruscamente para luego mirarlo, rabia contenida en su rostro―. ¿Tú también lo esperas, SaengGu-i? 

Bajó la vista otra vez. 

―No ―contestó―, tuve un sueño malo. 

―¿Suenio malo? ―preguntó SeungJi con sus ojos arrugados―. ¿Abazo, tío Gyu? 

Sonrió con más ganas, abriendo su boca para contestar, pero JiYong se le adelantó poniéndose de pie, sosteniendo a SeungJi con más fuerza contra sí. 

―Ahí viene papá ―le dijo a SeungJi, llamando su atención. 

Observó cómo JiYong se alejó, ignorándolo y llevándose a SeungJi, y mordió su labio inferior con fuerza hasta sacarse sangre. El rostro cansado de SeungHyun se iluminó al notar a JiYong y SeungJi para luego poner una expresión compungida cuando el omega no lo besó, sólo le pellizcó la nariz en señal de regaño. 

SungGyu se volteó cuando los ojos de SeungHyun se dirigieron hacia él, observando el fuego en silencio, y su marca pareció arder de pronto. 

La acarició distraídamente, pensando en la caliente boca de WooHyun sobre la suya en un beso posesivo y reclamador. 

❥| Kilig╰☆╮Yuanfen | ➳[WooGyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora