❥| Kilig╰☆╮Yuanfen | ➳[WooGyu]

17

Los primeros meses de convivencia fueron buenos, a pesar de que muchas veces JongWan tuviera que abofetearle cuando hacía o decía algo que no correspondía. SungGyu había aprendido, a base de miedo y terror, que desafiar a su alfa no era algo bueno, no si quería terminar con su rostro sin golpe alguno y siendo violado sobre la cama matrimonial para remarcar la supremacía del alfa sobre su omega.

Pero para su propia fortuna, cuando quedó preñado, las cosas parecieron cambiar un poco: JongWan podía ser agresivo con él, pero no era tan estúpido como para pegarle o abusar de él estando con un bebé en camino. Después de todo, a los alfas les encantaba tener a sus omegas preñados, demostrando que cargaba con su cría y le pertenecía por completo.

A SungGyu realmente no le importaba, no cuando sintió las primeras pataditas de SungJong, y su instinto maternal conectó con el bebé, haciéndolo sentir feliz, cálido, contento, de tener algo a lo que aferrarse.

Incluso JongWan suavizó la forma de tratarlo, soportando sus antojos, berrinches y llantos como si nada, aceptando que todos esos cambios venían del hecho de llevar a SungJong en su vientre, aunque si SungGyu lo pensaba en retrospectiva, su alfa le cobró después su comportamiento por puro placer.

—SungGyu, deja de trabajar en el jardín —había dicho JongWan una tarde que llegó del trabajo, encontrándolo inclinado sobre el rosal, su abultado estómago de cinco meses notándose por debajo de las enormes ropas que llevaba—. No le hará bien al bebé.

SungGyu asintió, distraído, entrando al comedor luego de limpiar sus zapatos para no ensuciar, y se sentó al lado de JongWan, su instinto omega buscando protección del alfa a pesar de que no le quisiera.

Pero todo el mundo siempre le había dicho que un omega necesitaba de un alfa, así que estaba acostumbrado a comportarse de esa forma por mucho que despreciara a JongWan en el fondo.

El alfa pasó un brazo por sus hombros, atrayéndolo, y SungGyu ronroneó por el gusto, sintiendo la sonrisa de orgullo que esbozaba el alfa.

Bien. Tenía que mantenerlo feliz y contento.

—¿Cómo le vamos a poner al bebé? —preguntó entonces, llamando su atención.

—No me importa, busca tú un nombre —respondió JongWan como si nada.

Arrugó los labios, disgustado, pero trató de no mostrarlo porque sabía que eso no le haría mucha gracia al alfa.

—SungJong. Rima bien con Kim —hizo una pausa—. Kim SungJong. ¿Te gusta, JongWan?

JongWan suspiró, pensativo.

—Suena bien.

—Además, es un nombre unisex —prosiguió como si nada—. Puede usarlo una niña o un niño. ¿Qué te gustaría que fuera?

JongWan le observó.

—Alfa. Quiero un bebé alfa.

Por supuesto, claro que sí, ¿no era obvio?

Todo el mundo quería bebés alfas porque así tenían su vida asegurada.

Asintió con una sonrisa correcta.

—Será alfa, estoy seguro de ello —acarició su vientre, sintiendo una patadita, y se rió—. ¿Lo ves? A SungJong le gustaría ser alfa.

JongWan hizo una mueca.

—¿Qué te he dicho sobre reírte, SungGyu?

Borró su sonrisa y bajó la cabeza, sintiendo su garganta apretada.