❥| Kilig╰☆╮Yuanfen | ➳[WooGyu]

21

SungGyu se sentó en el sofá con una expresión helada, como si fuera el rey de la casa, y SungJong se ubicó a su lado en una posición protectora, sin quitarle los ojos de encima a Lizzy.

WooHyun, por otro lado, sonrió ferozmente, acariciándole el cabello a Nana.

―¿Realmente creías que yo iba a permitir que lo mataran, mamá? ―preguntó en un gruñido feroz―. Luego de todo lo que pasamos, ¿creías que iba a descuidarme así?

SungGyu se rió en voz baja.

―Me pilló por sorpresa ―le dijo SungGyu con aire indiferente―, pero ya sabemos de sus jueguitos, Lizzy. Ahora ―se volteó hacia WooHyun, como si estuvieran hablando del clima―, ¿está listo el divorcio, cariño?

WooHyun ladeó la cabeza mientras su madre y Lizzy permanecían en silencio, descolocadas todavía.

―Está en trámite ―dijo WooHyun―, necesitamos firmar sólo unos papeles y estará todo listo.

―No lo haré ―habló Lizzy por primera vez―, no creas que lo haré, WooHyun, no pretendo...

―Firmarás todos esos papeles, Lizzy ―gruñó WooHyun, la gracia desapareciendo de su voz, y Lizzy se tensó, sus hombros crispándose―, vas a darme el divorcio sin reclamar.

―¡WooHyun! ―gritó su madre―. ¿Quién te crees que eres? ¡No creas que...!

―No me manejarás más, BoA ―escupió WooHyun―, esto se acabó, ¿no lo entiendes acaso? ¿Qué sigues pretendiendo? ―WooHyun alzó su barbilla―. SungJong ya es grande, ¿crees que al Gobierno le importará que esté vivo a estas alturas? A ellos les importará más saber que los Nam les haya ocultado todo esto, con lo que respetan las tradiciones, supuestamente, y si nos quieren quitar la empresa... bueno, me importa una mierda. Nunca la he querido.

―Bueno, yo si la quiero ―reclamó SungJong.

―Por dios, tú cállate bebé gordo ―espetó WooHyun.

SungGyu abrazó a SungJong para que dejara de balbucear cosas, indignado.

Lizzy apretó su boca un instante, sus ojos llenos de lágrimas, pero dejó de mirar a WooHyun para enfocar su vista en SungGyu, el odio brillando en su rostro.

―¿Estás feliz ahora, bastardo? ―le escupió con ira―. ¡¿Estás feliz por todo lo que has hecho?!

SungGyu volvió a reírse.

―Deja el show, Lizzy ―habló sin borrar la sonrisa―, no eres una víctima aquí. Pero respondiendo... Estoy increíblemente feliz ―echó a un lado la cabeza, mostrando su marca―. Catorce años, y no pudiste lograr que WooHyun te marcara. No pudiste conseguirlo, pero yo... ―soltó una risa más fuerte―, un patético omega que fue usado, lo consiguió antes que tú. ¿No es eso divertido, Lizzy?

Lizzy se movió con rapidez, gritando por el odio, lanzándose para golpearlo, pero SungJong también reaccionó con velocidad para impedir alguna pelea, agarrando a su tía por la cintura.

―¡Te mataré! ―gritó Lizzy en tanto SungGyu permanecía impasible, sin amedrentarse―. ¡Voy a matarte, cabrón!

El omega enarcó una ceja.

―Ya no te tengo miedo ―dijo.

Y era cierto. SungGyu antes tenía pánico de hacer algo contra Lizzy, de provocarla tanto que ella le hiciera daño, pero había pasado por tanta mierda que ya no iba a dejarse amedrentar más por ella.

BoA permanecía en helado silencio.

WooHyun elevó su barbilla.

―No vas a atentar más contra la vida de SungGyu ―gruñó WooHyun en una orden furiosa, sus palabras impregnadas en tono alfa, y BoA se estremeció porque nunca antes había sido usado contra ella―. Le vas a dejar en paz. No le harás daño, ni tú, ni ninguna otra persona ―el alfa hizo una mueca―. Tuve que haber hecho esto desde un inicio, pero supongo que tenía la esperanza de que cambiaras. De que realmente quisieras a tu propio hijo lo suficiente para querer verlo feliz.