SeungHyun saboreó sangre cuando JiYong lo golpeó en la mejilla con una expresión de ira en su rostro, lejos de todo el mundo. SeungJi no estaba con ellos, para fortuna de ambos, sino que estaba junto al resto de niños en el lugar siendo cuidados por dos profesores para que así interactuaran entre ellos a pesar de todo.
JiYong le escupió, asqueado.
―¿Creías que no iba a darme cuenta? ―gruñó JiYong furioso―. Soy tu maldito omega, Choi, y eso significa que estoy conectado a ti. ¿Creías que no me daría cuenta de tu corazón acelerándose cuando ves a SungGyu?
El alfa bajó la vista cuando llegó la segunda bofetada en su mejilla mientras JiYong comenzaba a sollozar, sus hombros sacudiéndose por el llanto.
―Te odio ―escupió JiYong―, fingiendo que todavía me amabas...
―Te quiero ―dijo SeungHyun con seriedad―, te lo prometo. Esto por SungGyu es una estupidez, tú eres mi omega, eres a ti a quien amo.
JiYong dejó salir un bufido de burla, sacudiendo su cabeza con incredulidad.
―¿Sabes qué es lo peor? ―dijo JiYong―. Que SungGyu no tiene la culpa de nada, sólo has sido tú el... el idiota que se ha enamorado mientras yo...
―Mi amor...
―¡Vete a la mierda!
JiYong se volteó, marchándose de allí con paso enojado, limpiando su rostro furiosamente, y SeungHyun no le siguió porque sabía que el omega sería capaz de darle otro golpe.
Acarició su mejilla adolorida, siendo consciente de que se merecía todas esas bofetadas porque lo que había hecho era imperdonable: no sólo se había acostado con SungGyu para ayudarlo con su celo sino que también generó sentimientos que rozaban lo romántico, y eso, en definitiva, era cruel y vergonzoso, en especial porque fue durante la época en la que JiYong no estuvo por cumplir con esa horrorosa condena que le habían impuesto.
JiYong se había dado cuenta antes que nadie, por supuesto: SeungHyun había dejado de visitarlo todos los sábados, hablando poco sobre lo que ocurría y evitando mirarlo a los ojos. Y cuando llegó con el olor a celo de SungGyu encima...
Antes de ese encuentro, por su buen comportamiento, dejaban que las visitas fueran en el comedor, sin una ventana de por medio, pero JiYong había enloquecido y se lanzó a golpearlo, dejando su mejilla rasguñada y sangrante por la herida que alcanzó a hacerle, y desde ese día le prohibieron a JiYong aquellas visitas, teniendo que ver a la gente que le visitaba sólo por medio de un ventanal y un teléfono.
SeungHyun sabía que JiYong estaba alejando a SungGyu a propósito y algo dolía en su interior porque antes de eso ellos dos fueron buenos amigos. SungGyu fue a cenar muchas veces a su casa cuando lo invitaban en las fiestas como Navidad o Año Nuevo (sobre todo cuando SeungHyun se dio cuenta de que SungGyu pasaba aquellas festividades sin compañía alguna porque no tenía a nadie allí), fue una de las primeras personas en enterarse del embarazo de JiYong, estuvo a su lado cuando fue el día del parto y conoció a SeungJi desde el día que nació, cuidándolo con dedicación cuando ellos salían a cenar o querían pasar un tiempo juntos.
Él sabía lo mucho que les dolía, tanto a JiYong como a SungGyu, toda esa situación, pero no sabía cómo arreglarlo.
Ni siquiera sabía cómo ahogar esos tontos sentimientos que tenía también, que no correspondían, que no tenían motivo de ser.
Pero SungGyu había estado cuando más lo necesitaba, cuando JiYong no estaba y SeungJi era imposible de controlar y cuando todo parecía ser un maldito desastre que no podía solucionar. SungGyu–
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❥| Kilig╰☆╮Yuanfen | ➳[WooGyu]
Fanfic⇊FAVOR DE LEER⇊ ↝**AVISO IMPORTANTE**↜ ↬¡TENGO! la ¡AUTORIZACIÓN! de su autora original, Cotota, la cual le doy las gracias por ¡PERMITIRME! adaptar su obra original, Kilig/Yuanfen, al WooGyu. ↬Por lo tanto, esta historia NO me pertenece. Derechos r...