❥| Kilig╰☆╮Yuanfen | ➳[WooGyu]

5

—Los resultados estarán mañana en la mañana.

SungGyu levantó la vista, quitando sus ojos de SungJong para fijarlos en el doctor Kim, amigo de WooHyun y quien iba a llevar a cargo el examen de sangre para corroborar que WooHyun era el padre de SungJong. SungGyu nunca había sido bueno mintiendo, pero esa situación lo ameritaba, y si WooHyun estaba seguro de lo que hacía... iba a confiar en él.

—¡Chupetín! —chilló SungJong sentado sobre la mesa del doctor cuando KiBum le tendió el dulce con una sonrisa amable.

WooHyun le revolvió el cabello a SungJong.

—Me entregarás los resultados sólo a mí, ¿cierto? —le preguntó WooHyun a su amigo.

KiBum enarcó una ceja, sonriendo con diversión.

—¿Qué clase de amigo crees que soy? —se burló KiBum—. Vamos, quiero hablar un momento contigo.

WooHyun soltó un bufido, mirando a SungGyu que estaba mirando a SungJong chupar el dulce que le dieron, para luego inclinarse y darle un beso en la mejilla, murmurándole que volvería enseguida. El omega se limitó a sonreírle dulcemente, asintiendo y poniéndose a cantarle a SungJong.

Ambos alfas salieron de la oficina, comenzando a caminar por los pasillos.

—Así que... —comenzó a decir KiBum con calma—, ¿tu omega?

El rubio se encogió de hombros.

—Lo vi y lo quise —contestó en voz baja.

—Vaya —los ojos de su amigo brillaron con burla—. Quién habría dicho que el dulce y adorable Nam WooHyun terminaría enamorado.

—Vete a la mierda —dijo WooHyun.

KiBum comenzó a reírse para luego ponerse serio.

—¿Tu madre...?

—Está en contra de esto —WooHyun hizo una mueca—, pero sabes que nunca me ha importado su opinión —suspiró—. Lo que realmente me preocupa es esto. SungGyu... no estaba dispuesto a perder a SungJong para ser mi omega.

KiBum lo observó enarcando una ceja.

—Bien pudiste forzarlo —el tono de su amigo era ahora suave—. Sabes que un omega no puede hacer nada ante un alfa. Sabes que, si hubieras querido, podrías haber matado a su bebé para luego declarar al omega como tuyo a pesar de que no quisiera.

WooHyun pensó si eso hubiera pasado. Si ese día que vio a SungGyu en el jardín de su casa, arreglándolo mientras le hablaba a SungJong, se hubiera acercado con dobles intenciones hacia el bebé. Si le hubiera roto el cuello ese día a SungJong para luego tomar a SungGyu como suyo.

Un escalofrío recorrió su espina dorsal.

El sólo pensamiento de esa situación era algo demasiado grotesco para él.

—SungGyu merece a alguien que lo ame y lo cuide, no a alguien que lo haga sufrir —respondió tranquilamente.

WooHyun quería borrarle la sonrisa burlona de KiBum con un puñetazo.

Pero se limitó a rodar los ojos.

—Así que harás pasar a ese bebé como tuyo para que nadie sospeche —KiBum negó con la cabeza—. Es un buen plan, lo sabes, pero... si el Gobierno llega a enterarse...

—Nadie va a enterarse.

KiBum lo miró, asintiendo.

—Seré el único que haga y vea los resultados —prometió su amigo antes de abrir la puerta de la oficina.