❥| Kilig╰☆╮Yuanfen | ➳[WooGyu]

24

WooHyun iba a tener un ataque de nervios en ese instante.

De pie, en el pasillo del hospital más cercano donde habían llevado a SungGyu, sentía que todo el mundo se le venía encima ante el pensamiento de que le pudo haber ocurrido algo a su omega. A su bebé.

Si lo llegaba a perder, si ocurría cualquier cosa...

WooHyun iba a ponerse a llorar como un niño pequeño.

HoWon, SungYeol y MyungSoo estaban en otro cuarto mientras revisaban a DongWoo, en tanto SungJong permaneció junto a Nana cuando la policía comenzó con los interrogatorios. Se habían llevado a Lizzy entre gritos, pero a WooHyun no le interesaba. Y su madre...

Bueno, la estaban operando para sacarle la bala. Nana no había disparado a ningún órgano mortal, sin embargo...

El doctor salió del cuarto y WooHyun se le acercó.

—¿Cómo está? —preguntó con voz urgida—. ¿Puedo pasar a verlo? ¿El cachorro?

—Está todo bien —dijo el doctor Shin, aliviado—, no hubo aborto. Ha sido sólo el estrés de toda la situación. Su bebé está muy bien.

WooHyun ahora iba a llorar por el alivio.

—Puede pasar a verlo —agregó el doctor—, ha estado bastante calmado a pesar de todo, pero lo ideal es que duerma para que su cuerpo se relaje mejor.

Notó la indirecta del hombre: podía estar con SungGyu, pero primero tenía que hacerlo dormir. Para ello, su papel de alfa sobreprotector sería ideal.

Aunque, claro, cuando lo vio acostado en la cama no dudó en subir sobre ella para abrazar al omega y restregar su rostro contra el pecho del más alto como si fuera un bebé, queriendo quedar impregnado en su olor.

—Ow, WooHyun...

—Casi te pierdo otra vez —gimoteó, con la voz temblando—. Soy el peor alfa del mundo...

—¿Qué estás diciendo? —regañó SungGyu, acariciándole el cabello a WooHyun—. Eres mi bebé grande.

—Debería haberte protegido, y mira dónde estamos...

—Oye, no me ha pasado nada grave —SungGyu liberó feromonas para tranquilizar al alfa, que seguía algo alterado—. Nuestro cachorro sigue bien, mira...

Tomó la mano de WooHyun, llevándola a su vientre algo abultado, lo que llamó bastante la atención del doctor porque recién iba a cumplir dos meses. Había comentado la necesidad de hacer exámenes, pero SungGyu le dijo que no se lo comentara a WooHyun porque iba a preocuparlo más.

—¿Ves? —WooHyun parecía fascinado mientras le acariciaba—. Cachorrito está bien.

El alfa asintió, estirando sus labios, y SungGyu se rió para darle un beso pequeño, calmado por el toque dulce del alfa sobre su piel.

—Tienes al peor papá del mundo, cachorro —lloriqueó WooHyun.

SungGyu rodó los ojos.

—Deja de llorar, tonto —le regañó—. Lo importante es que estamos bien, estamos juntos, y esto se ha acabado, ¿cierto? —su expresión cambió—. ¿Tu mamá...?

WooHyun frunció el ceño.

—Está viva —contestó, sin soltarlo un poco de su agarre—, aunque...

—Hierba mala nunca muere —murmuró SungGyu.

—Al parecer —prosiguió el alfa cuidadosamente—, va a quedar inválida. El impacto de la bala fue en la columna vertebral.