3. Lugares nuevos

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Arius capitulo +18

-Si Ariuus dame más,¡¡¡entra por completo!!!-Grita en un intento de que le dé más duro, pero esta zorra debe aprender que no debe estar con nadie más que conmigo. Así es como prosigo lento y cuando siento que va a llegar al clímax me detengo y salgo de ella, su cara parece un poema, pero espero aprenda a no ir contra mis reglas.

Pía tiene que entender que su culo es mío, ella y yo lo acordamos así, le enseñaba a moverse en la cama pero ella no estaría con nadie más, o por lo menos no hasta que me canse de ella. Pía era una niña tímida y callada, de las que solo se preocupan por sacar diez, me llamo la atención desde que entro en mi salón de clases, no obstante ella piensa que me voy a enamorar, y no lo niego debajo de toda esa ropa de convento tiene una figura hermosa, su cabello rojizo regado por mi almohada me hacen suspirar en medio del acto, su voz delicada y su piel blanca sin duda logra una gran erección de mi parte, pero, no me hace sentir nada en mi corazón y no siento sentimiento alguno cuando me acuesto con cada chica que me encuentro, tampoco siento remordimiento de dejarla con todas las ganas. Admito que intente enamorarme de ella un año atrás.

Pero no lo logre, no me llena. Y eso pareció cabrearle ya que me decepciono acostándose con algún chico equis de su barrio. Su mirada perdida me hace saber que no va a hablarme en mucho tiempo, pero ella tiene que entender que mi ego importa más que ella.

-

Athan dejo en claro que quería vernos a las nueve en el bar o eso creo pensar, no recuerdo la hora y digamos que lo que diga ese bastardo me sobra. Unas de las razones por las que no estoy muy interesado es por lo que dijo: Encontré a la indicada, el matiz de su voz sonaba muy firme y eso es lo que no me tiene contento ya que a quién diablos se le ocurre prometer tal cosa Philip y Athan son muy discretos con su vida en sí, pero yo tengo una vida sexual activa, y no quiero que termine o por lo menos no ahora. Aun recuerdo cuando apenas teníamos 16 años y descubrimos la poligamia nos intereso desde el primer momento nos extasiaba saber que podíamos compartir la misma chica y estaríamos bien con eso, pero de ese tiempo a acá han pasado siete años, en los que hemos buscando a "la indicada" para intentarlo, y creo saber quién es.

Llego unos minutos después y no los logro ver, así que tomo asiento en un taburete del bar y pido una cerveza para esperar. Pasan alrededor de 15 minutos cuando, siento una mano posarse en mi hombro.

-Athan.- Alzo mi cabeza para ver sus ojos cafés verdosos, sus churos van despeinados, y va vestido casual. Algo típico de él.

-Siento llegar tarde, Philip aviso que llegaría tarde ya que pasaría por la casa de alguien primero, así que tenemos que esperarlo.- Se muerde el labio, signo de que está nervioso.

-¿En qué tanto piensas Athan? Digo, hace mucho tiempo que te veo así, la última vez fue cuando hicimos la promesa y aun no creo que encuentres a la indicada ¿o sí?- Trato de sacarle información pero lo único que recibo es un guiño- Infeliz agradece que por lo menos vine.

Athan suelta una carcajada, que me eriza la piel, no quiero que diga lo que estoy imaginando, no quiero cumplir la promesa.

-Hola chicos, perdón la demora, ahora si me pueden decir que pasa se los agradecería mucho.- hablo el que hacía falta y es cuando Athan toma una postura seria.

-La encontré y sé que les va a encantar su nombre es.- Tomo un sorbo largo de mi cerveza, no quiero que diga su nombre- Ambrose.

-Lo sabía.- dije

-Como que lo sabias idiota, si ni la conoces ¿o la recuerdas de la fiesta?- me dijo un poco incrédulo.

- La conocimos hoy por casualidad, y supe que era ella ya que también robo mi atención. Es una chica poco común, y si la recuerdo de la fiesta, ese culo no se olvida fácilmente.- Vuelvo a tomar un trago de mi cerveza.

TORMENTAS CON ELLOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora