4. Sus ojos y ¿dolor de cabeza?

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Athan


Sueño con la mirada de esa chica, como se paró y espero que yo dijera algo, es sumamente raro porque nada capta mi atención, y me intriga en sobre manera.

Me levanto totalmente desorientado y con un dolor punzante en mi cabeza, es raro que me emborrache tan rápido, solo recuerdo estar en el auto de Arius. Después todo es oscuro, no recuerdo más, escucho risas conocidas que provienen de la cocina, camino hacia donde mis amigos.

-No sabía que te quedarías a dormir Ari- Le digo mientras tomo un tazón con cereales, los dos se quedan callados, Adrián se levanta y sale de la cocina mientras dice algo de que va retrasado al trabajo, pero como entra al medio día, no le pregunto si necesita algo.

-Sí, bueno ayer no sabías ni como pararte Athan.- Se mofa mientras come otro pedazo de su pan con mermelada- No entiendo cómo te pudiste emborrachar con cereza y ¿vodka?.

-Sabes que no tengo tanto aguante al alcohol, ¿me esperas para irnos juntos?- Recibo un asentimiento de su parte, salgo de la cocina y entro al baño para darme una ducha, mientras me ducho, recuerdos llegan a mi mente. Su sonrisa, como movía la nariz en signo de disgusto, todas las veces en las que sus huecos de las mejillas me robaron latidos. Quiero dejarla de extrañar, pero es tan difícil y tan frustrante.

Salgo de la ducha con peor humor del que entre y me cambio lo más rápido posible para no hacer esperar tanto a Arius, no tiene tanta paciencia que digamos. Cuando salgo ya cambiado me encuentro con Arius totalmente dormido, al parecer ayer el sofá no fue de su total agrado, me río para mí mismo, pero todo se corta ya que encuentro un condón usado pero vacío, a lado del basurero de la sala, Adrián debe dejar de ser tan descuidado.

-Arius vamos ya- Se remueve un poco, pero sigue durmiendo- Arius muévete, tienes que cambiarte y tu departamento queda a 20 minutos del mío.

-Vamos, te dejo donde quieras y regreso a mi casa para dormir- me dice de mal humor.

-Pero quiero que tú me acompañes, hoy voy a comenzar a investigar sobre Ambrose, debemos tener en cuenta sus gustos.

-Vamos Athan sigues con eso, supera esa apuesta, no se le ve que haga este tipo de cosas. Parece una abejita perdida y muy alejada de su panal.

-Eso tu no lo sabes, así que vamos rápido a tu departamento, al parecer a tu abejita le gusta publicar en donde está en Instagram, acaso no le enseñaron que hacer eso es cuestionable para su seguridad. – Ay pequeña Ambrose.

-Está bien, solo porque su culo me atrae.- Dice Arius con sarcasmo.

-Obviamente no hay ser más asqueroso que tu.- Le digo mientras poso mis manos en mi cara por lo frustrado que me siento. Es verdad que en un principio la quería para algo sexual, pero mientras más su rostro aparece en mi mente, siento el típico remolino de insectos en mi estómago, ese que sienten las chicas.

Nos subimos en su auto y vamos en dirección a su casa para que se cambie. Cuando ya estamos en camino hacia Ambrose, recuerdo que mi hermano Benjamín necesitaba de mi ayuda, así que le envió un mensaje avisando que si quiere puede pasar por mi departamento más tarde para que me diga lo que sucede.

Entramos en la cafetería en donde se supone siempre está Ambrose, la tiene destacada como su lugar favorito son más de las tres de la tarde por lo que ella debe estar aquí, lo mejor de la cafetería es que hay un lugar en la parte afuera para fumar, así que saco mi cigarrillo. La vemos sentada sola en una de las mesas de atrás, su cabello castaño brilla, se ve que lo cuida mucho, en sus redes sociales solo lo muestra hasta ahí, al parecer nunca lo tuvo largo; pero a mí que, me digo a mí mismo.

TORMENTAS CON ELLOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora