Llorar

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Hace diez años....

Tres pequeños niños corrían a toda velocidad por el enorme campo lleno de flores dónde ese día realizarían su pequeño picnic familiar.

— HongJoong y Wooyoung, vayan a ayudar a su padre —les ordenó su madre— Haneul, tú ven a ayudarme a poner el mantel.

Ambos niños con edades de diez años fueron a ayudar a su padre a bajar las cosas que usarían para ese día. Mientras que la pequeña de solo seis fue por un mantel a color verde con blanco que le estaba extendiendo su madre. Una vez lo tuvo en sus pequeñas manos ayudó a su madre a extenderlo por el césped.

Kim HoongJoong, Jung Wooyoung y Jung Haneul eran hermanos.

El padre de HoongJoong había fallecido antes de que este naciera, por lo que no lo conoció. Su madre al pasar los años conoció al señor Jung, quién había sido abandonado por su esposa en compañía de su pequeño Wooyoung. HoongJoong estaba feliz de que su madre hubiera encontrado a alguien con quién compartir su vida, alguien quien también tenía un hijo de su misma edad. Y al casarse los mayores, ellos estuvieron muy contentos con la idea de ser hermanos, pues ellos veían a un nuevo amiguito con quién jugar sin importar la hora del día. Meses después de la boda se anunció la llegada de la pequeña Haneul, emocionando a toda la familia.

Eran una familia muy especial.

— Mamá ¿podemos ir a jugar con la pelota? —pregunto un ansioso HongJoong, luego de haber ayudado a su padrastro.

— Claro que sí, cariño.

— Tengan cuidado, no se acerquen mucho al lago, la corriente es muy fuerte y pueden provocar una tragedia —les advirtió su padre— Y cuiden a su hermana, no debe comer hormigas otra vez.

Los niños asintieron haciendo una mueca ante ese recuerdo, Wooyoung se se había asustado demasiado al ver como la boca de su hermanita estaba tan hinchada y HongJoong solo gritaba por ayuda.

Los tres pequeños corrieron buscando un lugar dónde no molestaran a nadie, pero era un poco difícil ya que ese día estaba un poco lleno.

Llegaron a un lugar que creían muy estable para jugar, solo que no se dieron cuenta que el lugar estaba bastante cerca del lago. De todas formas ignoraron eso y se pusieron a jugar, solo estaban buscando un lugar donde no molestaran a las demás familias con las patadas locas de Wooyoung y los tiros desviados de Haneul.

Comenzaron haciéndose pases pequeños con la pelota, hasta que Haneul se aburrió y se alejó para recolectar flores del bonito campo. Siendo supervisada aún por sus hermanos, quienes seguían con el juego de pelota.

— No le des tan fuerte, Wooyoung, puede irse al lago — le regaño HongJoong.

— Pues solo es cuestión de que no la dejes ir —dijo con obviedad el pequeño castaño.

DÍAS DE LLUVIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora