KTH

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Un trabajo de medio tiempo parecía buena idea al inicio, se complementaba perfecto con tus horarios de la universidad, sin embargo habían días que lamentabas haberlo aceptado, justo como hoy, que tu jefe te había pedido quedarte horas extra.

Te perderías la primera clase, pero no podías negarte, después de todo era un trabajo bien pagado y solo debías servir en la barra de pedidos de la confitería del cine, nada muy complejo.

Tus ánimos sin duda se renovaron cuando divisaste a lo lejos aquel chico que cada semana venia junto a su hermanita a ver la nueva película animada de la cartelera.

Apenas habían cruzado palabras, pero eran las suficientes para darte cuenta que era un chico bastante simple, educado y muy pero muy guapo.

A distinguir por su aspecto debía bordear sus veintes o quizás menos, hoy en día los jóvenes suelen representar mas de la edad que realmente tienen, tal vez se deba a la alimentación, o quizás a la genética, aunque puede que solo sea producto de la evolución natural de las especies, donde décadas atrás un chico de 18 años apenas egresado de la escuela aun parecía un capullo sin terminar de abrir del todo, inmaduro, lleno de inseguridades sobre su futuro, arraigado al ceno de sus padres y total o parcialmente dependiente de ellos en todo sentido, sin embargo en la actualidad y como se ha venido desarrollando hace algunos años atrás, los jóvenes se ven cada ves mas crecidos y evolucionados, por eso se hace difícil distinguir entre un adulto o un adolescente.

Enfocada en tus pensamientos de chica nerd, que dejaba en evidencia para ti misma lo mucho que te fascinaba la ciencia y la sociología, siquiera lograste saber en que momento aquel chico de edad indistinguible llego al lado contrario de la barra. 

-Hola 

Su sutil sonrisa era perfecta, seguiste divagando sumida en tus confusa mente hasta que su rostro moldeo una ya no tan sutil sonrisa y formando un cuadrado con sus labios comenzaste a oír su encantadora risa, nunca antes habías sido testigo de tan maravillosa escena, siquiera con tu anterior novio te sentiste de tal manera.

-Bu..Buenos días, disculpa me lo repites -Inmediatamente detuvo los sonidos provenientes de su boca y esta vez sus labios modelaron una curva ladina, soltándote un suspiro, no lo podías evitar, no si te miraba de esa manera, no si por estúpida habías ignorado su pedido por completo-   

-Te pedí un dinosaurio con dos gaseosas grandes, por favor..

-Ah claro, ¿Como lo va a querer? ¿Con mantequilla, caramelo o solo?.. 

Su risa magníficamente contagiosa, provoco que finalmente procesaras lo que acababa de salir de sus bocas y un calor irritante invadió tu rostro y lóbulos de los oídos, te sentías la chica mas avergonzada del mundo, frente al chico mas guapo que alguna vez viste pisar el mundo, no querías levantar la vista del panel de pedidos y enfrentar la evidente vergüenza de cara.

-Bueno, si logras des extinguir a alguno, no creo que me lo quiera comer ¿Sabes? 

No sabias como responder a tal idiotez de su parte, lo estabas maldiciendo internamente por exponerte frente a la fila tras el, solo habían 2 personas mas, pero tu las veías como la división azul y tu un pequeño Judio. 

-Oye -Puso su mano frente a tu rostro en señal de que despabilaras y el calor comenzó a bajar por todo tu cuerpo, de pronto se sentía como el mismísimo infierno, resoplaste para que el aire llegase a tus mejillas y levantaste finalmente la mirada- 

-El combo 4, con una coca cola y ...-Bajo a la altura de su pequeña hermanita y espero su respuesta, lo seguiste con la mirada. Se veía muy enfocada en su teléfono-

-Imagina con BTS- (Pedidos Abiertos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora