CUARENTA Y DOS

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Camila POV.

Los días estaban tensos últimamente. Desde que Habían descubierto que Mathew Hussey era el responsable del lavado de dinero de J.Airlines, y había escapado de la policía; las cosas en la empresa de Lauren estaban tensas, las cosas en casa estaban tensas

Yo me preocupaba por la ojiverde porque parecía perturbada, desesperada y odiaba verla así.

Me asomé cerca de la sala de estar y la mire ahí: estaba sentada en el sofá, de espaldas a mi. Quise ir con ella, pero me detuve a mi misma cuando oí su móvil sonar

—Habla Lauren— dijo muy seria después de ver la pantalla y contestar. No oí lo que dijeron tras la línea, pero mire a mi novia tirar el móvil con enojo hacia el sofá.

Fuese lo que fuese esa llamada, no habían sido noticias buenas. Lauren se quedo ahí parada un momento, pero pronto tomó uno de aquello vasos roca de la mesa de centro, que utilizaba para beber tequila o ron; y con fuerza lo tiro en dirección a la pared, haciendo que el vaso de cristal se rompiera en miles de pedacitos al impactar violentamente sobre el concreto.

Di un brinquito por el susto del acto; y decidí que era mejor no perturbarla más por ahora.

Eso era lo que estaba tomando a Lauren, la presión de un robo millonario que había caído a su cargo el primer día que se hizo cargo de la compañía de su padre en Londres; ¿quién podría ser capaz de manejar eso?

Honestamente, sentía miedo. Ni la policía, ni el FBI, ni nadie le daba noticias buenas a Lauren, y los días pasaban y pasaban hasta que llegó el día que teníamos que volar a Nueva York para las fiestas de fin de año

Volamos en el jet privado de los Jauregui para que el vuelo fuese más rápido y tranquilo. Segundo sabía por Lauren,  hoy sería la fiesta de navidad de la empresa de los Jauregui. Sería una gala elegante, llena de gente de negocios y socios, shampan y trajes caros con vestidos de diseñador. Lauren expresó que se sentía algo nervioso porque no tenía otra opción más que hablar con su padre sobre lo que pasaba en Londres en esa fiesta; dado que no había podido dar pasos positivo en los días anteriores, tendría que optar por hacer que su padre entrase al asunto.

Cuando aterrizamos, dos autos estaban en la pista, esperando por nosotros. Salimos del jet a los Rolls Royce Ghost y ellos nos llevaron a la mansión.

—¿Lauren?— tomé su mano, tratando de hacer que pusiera su mirada en mi, ya que había visto a la ventanilla todo el trayecto

—Lo siento— sonó genuinamente arrepentida. Me miró y tenía esa expresión de miedo en ella

—Tu padre no estará molesto contigo — le aseguré porque sabía que eso era lo que la tenía así

—No quiero que piense que no soy capaz de manejar una cede— admitió. Era extraño que Lauren hablara de sus sentimientos, pero conmigo ella era bastante abierta, y no me ocultaba las cosas que le pasaban. Ella ya no me alejaba como antes

—El sabe que eres la mejor para eso— trataba de convencerla de aquello que era la realidad

—Pero...

—Si el no lo supiera...— la interrumpí— no te habría dado esa responsabilidad

Me sonrió débilmente cuando le dije aquello, ella sabía que yo siempre trataría de estar en sus momentos difíciles. A mi me interesaba ser su apoyo.

***

La noche aún era joven, pero las personas ya llegaban a la mansión Jauregui. La fiesta sería ahí, ya que el lugar era enorme y bastante ostentoso a decir verdad.

Encuentro No Deseado (E2) -- CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora